Diplomacia Indo-Pacífico

Japón y EEUU fortalecen su alianza militar contra la amenaza china

Blinken tranquiliza a sus socios nipones sobre la continuidad de su compromiso militar con Kamala Harris recogiendo el testigo de Joe Biden

Japón y EEUU fortalecen su alianza militar contra la amenaza china

Japón y EEUU fortalecen su alianza militar contra la amenaza china / Europa Press

Adrián Foncillas

Si en una habitación junta Estados Unidos y Japón a sus ministros de Exteriores y de Defensa, el desenlace se da por descontado: fortalecer sus vínculos militares para defenderse de la pérfida China. Ha ocurrido en Tokyo en la víspera de la cumbre del Quad, otra organización de la arquitectura de Washington para ahogar a China en su patio trasero.

Son las conversaciones bautizadas como “dos más dos”: Yoko Kamikawa y Minoru Kihara, titulares de las carteras de Exteriores y Defensa, con sus homólogos, Antony Blinken y Lloyd Austin, llegados a la otra parte del globo para tranquilizar a Japón sobre el compromiso militar bilateral después de la renuncia de Joe Biden a la carrera presidencial. Seguirá incólume con Kamala Harris y los socios asiáticos ya tendrán tiempo de inquietarse si gana Donald Trump.

El comunicado conjunto no añade mucho al discurso atlantista sobre China. “Es el mayor reto estratégico en la región del Indo-Pacífico y en el mundo entero”, sostiene. “Pretende reformar el orden internacional en su propio beneficio a costa del resto”, desvela. Y para ello “emplea la coerción política, económica y militar sobre otros países, compañías y sociedades civiles”, añade. No queda más remedio, pues, que acentuar la cooperación militar y la producción de armas estadounidenses en Japón.

Entre los nuevos compromisos figura la presencia reforzada en Nansei, el archipiélago más occidental y separado por apenas cien kilómetros de Taiwán, y aclarar que el concepto de “disuasión extensa” también incluye las armas nucleares a pesar de las pasadas reticencias de Tokio. No es un tema baladí en Japón, el único país que las ha sufrido y con un comprensible rechazo social masivo que su Gobierno ahora desprecia. La disuasión nuclear, detalló Austin, cubrirá también las islas Senkaku (en japonés) o Diaoyu (en mandarín) por las que Tokio y Pekín se pelean. No queda mucho margen para que Washington y Tokyo estrechen sus lazos militares.

Taiwan en el punto de mira

EEUU mantiene en Japón más de 50.000 soldados desde la Segunda Guerra Mundial, la mayoría en la isla tropical de Okinawa, y decenas de barcos y aviones de guerra. En abril acordaron fabricar misiles de forma conjunta y que Japón se encargue también del mantenimiento y la reparación de toda la maquinaria bélica estadounidense. El acuerdo firmado hoy finiquita un absurdo histórico: que las órdenes a las tropas estadounidenses no llegaran desde su oficina en los suburbios tokiotas sino desde las del comando del Indopacífico en Hawai, a 6.500 kilómetros. La medida pretende agilizar las operaciones en un escenario bélico regional. “Es el cambio más relevante en las Fuerzas estadounidenses de Japón desde que fueran creadas y una de las más significativas mejoras en las relaciones militares con Japón en 70 años (…) Estas capacidades operativas nuevas agrandarán nuestra disuasión colectiva”, se ha congratulado Austin.

La agenda asiática de Blinken también incluye una reunión con sus homólogos de India y Australia, miembros del Quad, y una última escala en Filipinas, que en los últimos meses ha coleccionado roces con China en las aguas en disputa. Su frenesí diplomático ha coincidido con la visita a San Petersburgo del almirante Hu Zhongming, capitán de la Marina china, para asistir a las celebraciones de las Fuerzas Armadas rusas. Pekín y Moscú realizaron unas maniobras militares conjuntas este mes en la costa meridional china que fueron señaladas por las cancillerías occidentales como el corolario de su creciente cooperación.

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