Conflicto en Oriente Próximo

Israel ataca la sede de UNRWA en la ciudad de Gaza, forzando a miles de civiles a desplazarse de nuevo

La población civil gazatí está atrapada entre los bombardeos y la incursión terrestre de decenas de tanques entrando a la capital del enclave desde diferentes direcciones

Un grupo de palestinos transportan el cadáver de una víctima del bombardeo en una escuela de la UNRWA.

Un grupo de palestinos transportan el cadáver de una víctima del bombardeo en una escuela de la UNRWA. / AHMAD SALEM / BLOOMBERG

Andrea López-Tomàs

En la Franja de Gaza, no hay ni un segundo de descanso. Otro día más la población civil ha sido forzada a evacuar los refugios que apenas les protegían a la vez que la guerra contra el enclave palestino entra en su décimo mes. El Ejército israelí está atacando este lunes con ferocidad la ciudad de Gaza, alcanzando con especial fuerza la sede de la agencia de las Naciones Unidas para los refugiados palestinos (UNRWA, por sus siglas en inglés). Cientos de personas están tratando de abandonar la zona mientras presencian algunos de los combates más duros desde el comienzo de la guerra, en la que ya han muerto 38.153 palestinos y casi 90.000 han resultado heridos.

Los soldados israelíes llevan una decena de días operando en el barrio de Shujayea, en la ciudad de Gaza. El Ejército hebreo ha vuelto a este distrito por cuarta vez desde el 7 de octubre. Según un comunicado de los militares, decenas de combatientes armados han muerto en este barrio dónde los combates continúan. Este lunes han lanzado una operación en la sede de la UNRWA en la capital del enclave gazatí, alegando que el complejo contenía equipos de combate y salas de detención pertenecientes a Hamás. También afirman haber destruido un túnel que pasaba por debajo del edificio. Decenas de familias palestinas se habían instalado en la sede de la UNRWA en busca de refugio.

Ahora, estas mismas familias denuncian haber quedado atrapadas en zonas por las que el Ejército israelí ha entrado desde el sur y el este de la ciudad de Gaza en un intento de rodear la sede de la agencia de Naciones Unidas. El Ejército israelí afirma haber llamado a los civiles a través de altavoces para que se fueran y haber abierto un corredor para la salida de la zona de los civiles no involucrados. Pero, más allá de los ataques de artillería, los bombardeos israelíes no se han detenido. Decenas de familias siguen atrapadas en sus hogares en las proximidades de zonas universitarias e industriales en el barrio de Tal al Hawa, al oeste de la ciudad de Gaza, tras el repentino avance de las tropas al amanecer. Los pisos superiores del complejo comercial Florya y del Banco de Palestina también han sido bombardeados.

Otro centro médico, en este caso el hospital al Ahli, ha sido forzado a evacuar. El Servicio de Emergencia Civil de Gaza ha afirmado que cree que ha habido víctimas en las áreas del este de la ciudad de Gaza, pero los equipos de emergencia no han podido llegar a ellas debido a las ofensivas en curso en varios suburbios. Los civiles están atrapados entre los bombardeos y la incursión terrestre de columnas de tanques israelíes desde diferentes direcciones, haciendo prácticamente imposible su evacuación. Aquellos que han conseguido salir describen escenas desgarradoras con decenas de cadáveres en las calles que los paramédicos no han podido retirar en medio del caos.

186.000 muertos

Mientras, los bombardeos también se extienden por el resto del enclave. El Ejército israelí ha reconocido que se han llevado a cabo ataques aéreos en Jan Yunis, dirigidos supuestamente a lanzadores de cohetes, así como en toda la Franja de Gaza contra la infraestructura utilizada para llevar a cabo ataques contra las fuerzas israelíes. También reconocen haber matado a más de 30 combatientes palestinos en la ciudad de Rafah, en el sur del enclave. Después de nueve meses de bombardeos y arduos combates, varios investigadores han publicado en la revista médica The Lancet una estimación de que la guerra contra Gaza podría haber matado hasta 186.000 personas, casi quintuplicando la cifra oficial. Esta cifra incluye las muertes directas por el conflicto y las indirectas por otras causas como las enfermedades transmisibles u otras curables que no han podido ser atendidas por el colapso del sistema médico.

Después de otro fin de semana de protestas masivas en las calles israelíes exigiendo un acuerdo para liberar a los rehenes, el jefe del Shin Bet, Ronen Bar, ha viajado hasta el Cairo para continuar con las conversaciones de tregua mediadas. El primer ministro Binyamín Netanyahu ha dicho que Israel aceptará un acuerdo con Hamás sólo si el grupo acepta su condición de reanudar los combates en Gaza, mientras que el ministro de Defensa, Yoav Gallant, insiste en seguir luchando con la milicia libanesa Hizbulá incluso si se alcanza un acuerdo de tregua en Gaza. Según la agencia Associated Press, varios funcionarios de Hamás en el enclave han instado a los líderes exiliados a buscar un acuerdo pese a la renuncia del actual jefe en la Franja, Yahya Sinwar. Eso explica la suavización de sus demandas para la tregua.

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