DIPLOMACIA

El Gobierno capitaliza con los países árabes su posición sobre Gaza: "Gracias España, ¡viva España!"

El presidente del Gobierno y el ministro de Exteriores han recibido a los representantes del Estado palestino y del grupo de contacto árabe e islámico en Madrid, un día después del reconocimiento

Pedro Sánchez y José Manuel Albares, con los cargos del Comité Árabe-Islámico para Gaza.

Pedro Sánchez y José Manuel Albares, con los cargos del Comité Árabe-Islámico para Gaza. / José Luis Roca

Mario Saavedra

El Gobierno trata de capitalizar con los países árabes su posición sobre Gaza mientras hace avanzar su agenda para Oriente Próximo: reconocimiento del Estado de Palestina, alto el fuego entre Israel y Hamás, entrada de ayuda humanitaria urgente, liberación de los rehenes y, cuando cese el ruido de las armas, una conferencia de paz internacional para trabajar por la consumación de una Palestina viable y una Israel segura. En este plan de máximos, que un país de tamaño medio como España no puede hacer avanzar solo, el papel de los países árabes e islámicos es clave. La mayoría de ellos están dispuestos a reconocer la existencia de Israel y establecer relaciones diplomáticas formales a cambio de que se termine con la ocupación ilegal de los territorios palestinos.

Es en este contexto, y solo 24 horas después de que España reconociera oficialmente a Palestina como Estado, Pedro Sánchez y José Manuel Albares han despachado en Madrid con los altos cargos del Comité Árabe-Islámico para Gaza: los ministros de Exteriores de Arabia Saudí, Catar, Jordania, Turquía y Egipto, (que vendrá la próxima semana), el nuevo primer ministro palestino, Mohammad Mustafa y el secretario general de Organización de Cooperación Islámica.

Todos han agradecido a España su posición de vanguardia en Europa contra los excesos de la ofensiva israelí en Gaza (más de 36.000 muertos, en su mayoría niños, según los datos palestinos) y el reconocimiento, junto a Noruega e Irlanda, de Palestina como Estado. Más países de la UE están pensando en el reconocimiento, según fuentes oficiales europeas al diario israelí Haaretz.

En una declaración institucional sin preguntas de los periodistas, el ministro de Exteriores ha comparecido junto a sus homólogos antes de una reunión de trabajo en el Palacio de Viana de Madrid. Albares ha agradecido al príncipe Faisal bin Farhan Al Saud, ministro de Exteriores de Arabia Saudí, el "compromiso de sumar apoyos y voluntades a favor de la paz". El saudí ha respondido que está en Madrid "para dar las gracias a España por darnos esperanza en un momento muy oscuro" y ha subrayado la necesidad de que haya "paz con todos los vecinos, incluido Israel". La teocracia autoritaria saudí no reconoce a Israel, pero estaba a punto de restablecer relaciones diplomáticas antes del ataque de Hamás del 7 de octubre, para algunos analistas destinado a descarrilar los Acuerdos de Abraham que amparaban el acercamiento.

El nuevo primer ministro palestino (tras la renovación del Gobierno emprendida por la Autoridad Nacional Palestina hace unos meses), Mohammad Mustafa, ha agradecido "cálidamente" el reconocimiento del Estado de Palestina y ha exclamado en español: "¡Viva España!". Ha pedido que se detenga la masacre de Rafah. Israel ha desoído la orden vinculante de la Corte Internacional de Justicia de La Haya de que detenga su ofensiva en Rafah, lo que le sitúa fuera de la legalidad internacional, según Noruega. Desde que el gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu recibió la orden, se han producido al menos tres masacres en los campos de refugiados considerados "seguros" en Gaza, con más de 70 muertos, en su mayoría, niños. Netanyahu ha asumido como "un error" una de los bombardeos.

Influencia en el mundo árabe

El Gobierno es consciente de que la posición de España hacia la cuestión palestina puede servirle de puente hacia su área natural de influencia: el mundo árabe con el que comparte el Mediterráneo. Cuando, en noviembre, Pedro Sánchez fue a criticar al primer ministro Netanyahu la "insoportable muerte de civiles", corría el riesgo de enajenar a socios tradicionales y aliados de Israel, como Estados Unidos o Alemania. Pero la posición de ambos está girando poco a poco. Esta misma semana, Alemania ha permitido que el Consejo de Asuntos Exteriores de la Unión Europea convoque a Bruselas al ministro de exteriores israelí para evaluar el cumplimiento del compromiso de Derechos Humanos del Acuerdo de Asociación UE-Israel. La ministra de exteriores germana, Annalena Baerbock, eleva cada vez más el tono contra Tel Aviv: "No hará ningún beneficio para la seguridad de Israel, ningún rehén quedará libre si se quema a personas en tiendas de campaña”, dijo en referencia a la masacre de este domingo. Estados Unidos, por su parte, ha pedido a Israel que no ataque Rafah y permita la entrada de ayuda humanitaria, aunque de momento le deja hacer en el sur de Gaza. Pero ha dicho públicamente que respeta la decisión de España de reconocer al Estado palestino.

Así que, mermados esos riesgos para la política con los países occidentales, el Gobierno ha comenzado a enfatizar el capital diplomático que ha ido ganando en estos meses. La posición de Madrid "es una muestra de la amistad profunda entre España y los países del mundo árabe", ha dicho José Manuel Albares junto a sus homólogos en el Palacio de Viana, poco antes de que todos y cada uno de los cinco delegados presentes agradecieran la posición española. "Tenemos el compromiso de avanzar hacia la paz en nuestra región, compartimos esa región mediterránea". España tiene una "larga tradición con el mundo árabe, vínculos históricos, culturales", ha resaltado. "Los lazos entre nuestros pueblos nos unen desde hace siglos. Y por eso es un momento crítico para tender puentes entre Europa y el mundo árabe. Una acción común euro-árabe en favor de la paz", ha añadido el jefe de la diplomacia española, que ha subrayado la necesidad de que los países de la zona estén también en paz con Israel.

Ese capital debería usarse en un futuro para convencer a los países que no reconocen a Israel: 15 de los 22 miembros de la Liga Árabe no lo hacen (entre ellos, Catar y Arabia Saudí, presentes en Madrid) y 10 miembros de Organización para la Cooperación Islámica (el más destacado, Irán).