Las fuertes precipitaciones en China dejan al menos cuatro muertos y tres desaparecidos

Al menos cuatro personas murieron y tres permanecen desaparecidas como consecuencia de las intensas lluvias en la ciudad central china de Zixing provocadas por el tifón Gaemi, que tocó tierra en China el pasado jueves. Las autoridades locales, citadas este martes por el oficial Diario del Pueblo, explicaron el lunes que la precipitación media desde el pasado viernes ha sido de 410 milímetros, alcanzando un máximo de 673,6 milímetros en algunas zonas, y registrando una intensidad máxima de 132,2 milímetros por hora.

Las intensas precipitaciones han dejado más de 87.000 damnificados, 867 viviendas destruidas y 1.345 episodios de corrimiento de tierras, que han cortado 14 carreteras. Las áreas de cultivo afectadas abarcan 244.86 hectáreas, mientras que nueve localidades situadas en el término municipal de Zixing han sufrido cortes de electricidad.

Las autoridades evacuaron a 11.379 residentes a lugares seguros y movilizaron 5.469 profesionales para las tareas de rescate.

En los últimos días, las lluvias provocadas por Gaemi han afectado especialmente a Hunan, de un tamaño algo superior al de Uruguay y con unos 66 millones de habitantes: al menos 15 personas perdieron la vida por un corrimiento de tierra registrado el pasado domingo, día en el que también se informó de la rotura de una presa, sin que de momento se haya informado de víctimas.

Desde mediados de junio, Hunan ha sufrido las lluvias más fuertes del año, registrando récords históricos locales en algunas regiones. En los últimos veranos, los desastres meteorológicos han causado estragos en el gigante asiático: los meses estivales de 2023 estuvieron marcados por inundaciones en Pekín que dejaron más de 30 muertos, mientras que, en 2022, diversas olas de calor extremo y sequías azotaron el centro y el este del país. En julio de 2021, precipitaciones de una intensidad inédita en décadas dejaron casi 400 muertos en la provincia central de Henan, que el Ejecutivo chino achacó a una "falta de preparación y de percepción de riesgo" por parte de las autoridades locales.