Investigación del atentado fallido

El FBI desbloquea el teléfono del joven que disparó a Trump para buscar indicios sobre su motivación

Los investigadores no han encontrado todavía nada que aclare las razones de Thomas Matthew Crooks para querer matar al expresidente y candidato republicano

La vivienda de Thomas Matthew Crooks, acordonada con cinta policial.

La vivienda de Thomas Matthew Crooks, acordonada con cinta policial. / AARON JOSEFCZYK / REUTERS

Redacción

Casi tres días después del atentado fallido contra el expresidente de Estados Unidos Donald Trump todavía se desconocen las motivaciones que llevaron a Thomas Matthew Crooks, un joven de 20 años al que sus compañeros de escuela definen como inteligente pero solitario, a empuñar el fusil AR-15 de su padre y disparar hasta ocho veces contra el candidato republicano a las elecciones de noviembre durante un mitin en Pensilvania. Crooks no habría dejado ningún escrito en el que explicara por qué quería matar a Trump.

El FBI sigue buscando pruebas y, según informó este lunes, ya ha interrogado a un centenar de testigos y ha podido desbloquear su teléfono móvil en busca de algún indicio. De momento, los investigadores no han hallado nada entre los mensajes, correos electrónicos y otros datos almacenados en el terminal que aclare las razones de Crooks para cometer un magnicidio. No obstante, el FBI señaló que todavía se encuentra en una fase muy embrionaria de la investigación y que, además del teléfono móvil, está rastreando otros dispositivos electrónicos así como su historial en buscadores y en redes sociales.

En declaraciones a la CNN, el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, admitió este lunes que hubo un "fallo" en la seguridad alrededor de Trump. "Cuando digo que algo así no puede suceder, estamos hablando de un fallo", afirmó Mayorkas, quien como titular de Seguridad Nacional tiene bajo su batuta al servicio secreto, encargado de proteger a los políticos de Estados Unidos y sobre el que se se han centrado las críticas en los últimos días sobre su actuación durante el atentado.

Fusil comprado hace 11 años

De momento, lo único que se sabe es que Crooks actuó supuestamente solo y utilizó un fusil semiautomático AR-15 que había sido comprado legalmente por su padre en 2013 según ha revelado a 'The Washington Post' una fuente familiarizada con la investigación.

En cuanto a afiliaciones políticas, solo se sabe que Crooks estaba registrado como votante del Partido Republicano. Sin embargo, registros electorales muestran que alguien con su nombre y dirección hizo en 2021 una donación de 15 dólares al Proyecto de Participación Progresista, una organización demócrata. Pero una fuente cercana a la investigación ha señalado a 'The New York Times' que personas cercanas al joven aseguran que raramente hablaba de política.

Asimismo, las autoridades no tienen constancia de que el joven padeciera ninguna enfermedad mental y tampoco tenía antecedentes criminales.

El intento de asesinato a Trump, el primer incidente de ese tipo desde que el que Ronald Reagan sufrió en 1981, ha suscitado importantes interrogantes sobre los posibles fallos que hubo en los protocolos de seguridad del servicio secreto y ha hecho que el Gobierno de EEUU anuncie una investigación independiente.

El tejado, potencial riesgo de seguridad

Según reveló este lunes la cadena NBC, el servicio secreto había identificado desde hace días como un potencial riesgo de seguridad el tejado al que se subió el autor del atentado, ubicado a solo 135 metros de donde Trump iba a hablar en el mitin, pero fuera del perímetro de seguridad del evento. El servicio secreto ha señalado que la seguridad del edificio en cuestión era responsabilidad de las autoridades locales, aunque el fiscal del condado ha desmentido esta versión.

La directora del servicio secreto, Kimberly Cheatle, asumió en una entrevista con ABC la "responsabilidad" por el incidente como directora de la agencia, pero afirmó que se mantendrá en el cargo.