Conflicto en Oriente Próximo

La diplomacia presiona para acabar con la guerra en Gaza y abortar el conflicto con Irán

Edificios destruidos por los ataques en Jan Yunis, Franja de Gaza

Edificios destruidos por los ataques en Jan Yunis, Franja de Gaza / Abed Rahim Khatib/dpa

Ricardo Mir de Francia

Ricardo Mir de Francia

Liquidar una guerra para prevenir el comienzo de otra. Esa parece ser la lógica detrás de los últimos esfuerzos diplomáticos para forzar un alto el fuego definitivo en Gaza antes de que las tensiones con Irán puedan derivar en una guerra total entre los dos campos que se disputan a cañonazos la hegemonía regional. En un comunicado conjunto publicado este lunes, Alemania, Reino Unido y Francia han respaldado las gestiones de Qatar, Estados Unidos y Egipto para forzar la reanudación de las negociaciones indirectas entre Israel y Hamás, detenidas desde que un ataque israelí en Teherán decapitara al jefe de los negociadores palestinos y líder de Hamás, Ismail Haniya. “Los combates se tienen que acabar ya y todos los rehenes que siguen en manos de Hamás deben ser liberados”, asegura el comunicado.

Esas mismas prisas son las que raramente han aparecido en los últimos diez meses, mientras Israel vengaba la masacre de Hamás en su territorio arrasando Gaza, destruyendo su patrimonio cultural e imponiendo el hambre y la enfermedad sobre su diezmada población, sometida a uno de los bombardeos más cruentos desde la Segunda Guerra Mundial. Pero, con el paso del tiempo y el riesgo creciente a una explosión regional, las condiciones se han vuelto cada vez más adversas para los intereses de los aliados de Israel. La Casa Blanca teme que esa potencial guerra pueda destruir las opciones de la vicepresidenta Kamala Harris en las presidenciales de noviembre. París quiere preservar sus intereses económicos y geopolíticos en Líbano. Y, Londres, ya tiene suficiente con los disturbios de la extrema derecha como para añadirle más fuego a la coctelera involucrándose en un conflicto con Irán.

“Estamos de acuerdo en que no puede haber más retrasos”, dice la misiva conjunta de las tres capitales europeas, en la que subrayan sus reiterados contactos con las partes para prevenir males mayores y evitar que las prometidas represalias de Teherán al asesinato de Haniya en su territorio envuelvan la región en llamas. “Particularmente, pedimos a Irán y sus aliados que se abstengan de lanzar ataques que incrementen todavía más las tensiones regionales y pongan en peligro la oportunidad de acordar un alto el fuego y la liberación de los rehenes”.

Volver a negociar

La “oportunidad” a la que se refieren parece ser la suerte de ultimátum lanzado el viernes por los tres principales mediadores en el carrusel de negociaciones fallidas sobre Gaza. “No hay más tiempo que perder ni excusas de ninguna de las partes para justificar nuevos retrasos”, decía el comunicado conjunto de EEUU, Egipto y Qatar. Todos ellos se han propuesto relanzar el diálogo este mismo jueves, con el plan presentado en mayo por la Casa Blanca y refrendado después por el Consejo de Seguridad como base de las negociaciones. Israel ha dicho estar por la labor, pese a las reiteradas maniobras de dilación de Binyamín Netanyahu, al que Washington acusa ahora de engañar a su presidente con promesas huecas sobre el fin de la guerra.

Hamás, por el contrario, ha señalado que solo participará si el punto de partida es el plan de la Casa Blanca, que contempla en su fase inicial un alto el fuego completo, así como la retirada israelí de todas las zonas pobladas de la Franja, a cambio de la liberación de un número indeterminado de rehenes. La alternativa, señalan los islamistas palestinos, son “nuevas propuestas que solo servirían para dar cobertura a la agresión de la ocupación y darle más tiempo para perpetrar su guerra genocida sobre los palestinos”.

Submarino de EEUU rumbo a la región

Mientras las partes negocian sobre cómo negociar, nuevos movimientos azuzan la guerra de nervios que se vive en la región. La prensa libanesa sostiene que, en los últimos días, Hizbulá ha evacuado sus sedes y oficinas en los barrios chiís del sur de Beirut, donde más presencia tiene. Washington, paralelamente, ha publicitado el envío a Oriente Próximo de un submarino con misiles guiados y ha ordenado al grupo naval de ataque USS Abraham Lincoln que acelere su llegada a la región. Maniobras disuasorias dirigidas a Irán y sus aliados que, según el Pentágono, reflejan “el compromiso de defender a Israel adoptando todas las medidas que sean necesarias”.

TEMAS