Jake Knapp, de portero de discoteca a campeón del PGA Tour

El golfista californiano de 29 años, Jake Knapp, ha conseguido su primera victoria en el PGA Tour en el Abierto de México en su novena aparición en el circuito

Tras conseguir la tarjeta en el circuito satélite norteamericano, ya tiene el billete para los cuatro ‘Grandes’ y la excepción de dos años en el circuito

Jake Knapp celebra con su novia su primera gran victoria en el PGA Tour

Jake Knapp celebra con su novia su primera gran victoria en el PGA Tour / EFE

Ramon Palomar

Ramon Palomar

Jake Knapp se convirtió este domingo en el tercer jugador que logra la victoria en el PGA Tour como ‘rookie’, es decir, en su primera temporada en el circuito estadounidense.

El profesional de 29 años, llegó este año como uno de los 30 mejores en el Korn Ferry Tour, el segundo circuito en Estados Unidos y después de haber competido también en el PGA Tour de Canadá, donde ya logró tres títulos, había iniciado su nueva andadura este año en el PGA Tour.

El nuevo campeón del torneo mexicano, que toma el relevo de Tony Finau, comenzaba la última jornada con cuatro golpes de ventaja después de una gran tercera jornada donde igualó el record del campo en 54 hoyos.

Los nervios le pasan factura

Aunque los nervios le pasaron factura en los primeros hoyos del domingo con dos bogeys en los primeros tres hoyos y vivió un duelo con el finlandés Valimaki, que también aparecía por primera vez en el PGA Tour como Jorge Campillo procedente del DP World Tour.

Pese a la presión de Valimaki, Knapp logró atemperar los nervios y llevarse la victoria con un total de -19, que le reporta un cheque de 1,5 millones de dólares, 500 puntos de la FedEx y buena subida en el ranking mundial.

Este golfista que llegó a ser encargado de seguridad de una discoteca californiana para ganarse un sueldo extra antes de dedicarse plenamente al golf, ya tiene asegurados dos años de exención en el PGA Tour, y su presencia en los cuatro 'Grandes' de esta temporada

También podrá disputar el The Players y una plaza a uno de los torneos designados de 20 millones de dólares, que restan por jugar esta temporada. Sin duda, un cambio radical para ese jugador que ni siquiera ha jugado 10 torneos en el PGA Tour pero que ya puede presumir de haber logrado uno de sus codiciados títulos.