El reto pendiente de Stuani

El uruguayo, como el Girona, se estrenará la próxima temporada en competición europea por primera vez en su carrera

Presente en dos Mundiales y tres Copas Américas, pisará la Champions League a punto de cumplir 38 años

Míchel: "Stuani es el jugador más importante de la historia del Girona"

Míchel coloca a Stuani como el mejor de la historia del Girona / Perform

Marc Brugués

Danubio, Bellavista, Reggina, Albacete, Levante, Racing de Santander, Espanyol y Middlesbrough son algunas de las camisetas que ha defendido Cristhian Stuani durante su trayectoria profesional. Ha sido en Girona, sin embargo, donde ha encontrado la felicidad y ha arraigado.

Como si de un amor se tratara a primera vista, el uruguayo y la afición gerundense sintieron una punzada en la barriga el día de su debut en Montilivi que a la vez era el del estreno en Primera del club. La afición y el delantero sabían que aquello era especial, pero seguro que no pensaban que aquella sensación se convertiría en eterna. Desde esos dos goles al Atlético de Madrid en Montilivi (2-2) a finales de agosto del 2017 ha llovido mucho y tanto Girona como Stuani han vivido de todos colores.

Muchas frías, pero también muchas calientes. Disgustos y alegrías, sobre todo esta última temporada en la que, habiendo asumido un rol distinto al habitual, ha participado activamente en la consecución del billete para la Champions League. Internacional absoluto medio centenar de veces, presente en dos Mundiales y tres Copas Américas, máximo goleador de la historia del Girona con 131 dianas, dos veces pichichi de Segunda vestido de rojiblanco y palo de pajar del vestuario de Montilivi desde hace tiempo, la afición no se cansa de reclamar una estatua a la ciudad en su honor.

El último fue su compañero en el balcón del Ayuntamiento hace quince días con el alcalde Lluc Salellas en la esquina durante los actos de celebración del final de la temporada. Sin embargo, con 37 años (en octubre cumplirá 38) y contrato hasta el 2026, Stuani todavía tiene retos por delante. Probar por primera vez en su carrera la Champions es el más claro y el próximo curso podrá hacerlo para continuar endulzando su historia de amor con el Girona.

Michel y Stuani celebran el ascenso a Primera División de la temporada 2021/22

Michel y Stuani celebran el ascenso a Primera División de la temporada 2021/22 / David Borrat

El hambre competitiva es lo que le ha movido siempre y, por ejemplo, lo que le ha permitido este año mantenerse implicado el cien por cien a pesar de haber cedido la titularidad a Dovbyk. Pese a empezar de suplente, el uruguayo ha cerrado el curso con nueve goles repartidos en treinta y un partidos de Liga, de los que sólo cinco de titular. Además, en la Copa ha hecho cinco más, lo que eleva la cifra total del curso a catorce goles. Todo ello refleja el carácter ganador de un delantero que es historia viva en el club y que no quiere dejar de serlo. Y alguien dirá, ¿qué le falta por hacer a ese chico? Muy fácil. Haber jugado Champions.

Desde que atravesó el Atlántico en 2007 para fichar por el Reggina italiano, nunca Stuani ha participado en ninguna competición europea. Con el Espanyol fue cuando más cerca lo tuvo, pero nada. Ha tenido que ser el Girona donde, seguro, cuando llegó el verano del 2017 nunca imaginó que le brindaría la oportunidad de estrenarse en Europa. Y no en la Europa League o la Conference, sino en la Champions League.

Además, si nada se tuerce, lo hará luciendo el brazalete de capitán tal y como prometió Míchel hace unos meses públicamente. «Siempre he dicho que es, seguramente, el jugador más importante de la historia del Girona. Tiene un nivel competitivo y de líder máximo», añadía el técnico madrileño el mismo día.

Stuani, pues, podrá degustar la competición internacional a partir del próximo septiembre. Será la primera vez que lo haga en el ámbito de los clubs porque hasta ahora las experiencias internacionales del charrúa habían estado con la selección. Habitual desde el 2012 cuando debutó en Gdansk contra Polonia, Stuani fue el socio perfecto de Diego Forlán, primero, y de Luis Suárez y Edison Cavani después.

Cincuenta partidos y ocho goles con la celeste le avalan en una trayectoria que acabó en noviembre del 2019 tras un duelo en Hungría. Atrás quedan dos Mundiales (Brasil 2014 y Rusia 2018) y tres Copas Américas (2015, 2016 y 1019). Cerrada la etapa con la selección, la ventana internacional se vuelve a abrir ahora con su club. Stuani, como el Girona, pisará territorio Champions.