Europa no debe asustar al Girona

La victoria del Real Madrid en la final de la Copa del Rey ante Osasuna ha convertido automáticamente la séptima posición de LaLiga en una plaza de Conference League. Por tanto, el Girona, séptimo clasificado actualmente, si la Liga acabara como está disputaría puestos de competición europea.

Un hito impensable a principio de temporada y también hace un mes. La gran racha de resultados con tres victorias consecutivas contra Madrid (4-2), Sevilla (0-2) y Mallorca (2-1) ha disparado a los de Míchel hacia lo alto de la tabla y los ha convertido, sin apenas quererlo, en candidatos a jugar en Europa. 

No obstante, la ilusión puede frenarse si se mira a ejemplos como el Espanyol 2019-20. Sí, ese Espanyol que bajo la batuta de Rubi fue séptimo y se clasificó para la Europa League en la 18-19: la temporada siguiente quedó último y bajó a Segunda.

Ahora bien, para dar la razón a los pesimistas, es necesario que los ejemplos se sucedan con cierta frecuencia, y repasando la historia, se puede observar que no es así. De hecho, en la última década, aparte del Espanyol, sólo el Betis (13-14) perdió la categoría después de clasificarse por Europa el curso anterior. Ni el Granada (20-21) ni el Getafe (19-20).

Si ampliamos la mirada a dos décadas, encontramos como clubes al Levante (12-13), al Getafe (07-08 y 10-11), al Racing de Santander (08-09) y Osasuna (06-07), que tampoco notaron tener que jugar dos competiciones la misma temporada. Ninguno bajó. Aunque el presidente Delfi Geli advirtió de la dificultad que daría jugar jueves y domingo.