Daley Blind, el soldado de Míchel

El futbolista neerlandés es una de las piezas clave de un Girona que sueña a lo grande

Sin necesitar período de adaptación, está mostrando su mejor versión a los 33 años

Girona - Atlético de Madrid | El gol de Daley Blind

Àlex Calaff

Àlex Calaff

Daley Blind llegó a Girona el pasado verano. Con 33 años a sus espaldas, cambió el Bayern de Múnich por un Girona que tenía la permanencia como principal objetivo. Algunos aseguraban que únicamente venía a disfrutar del buen clima de la Costa Brava y de la gastronomía catalana. Pero el neerlandés ha cerrado muchas bocas a base de grandes actuaciones.

Seguramente uno de los fichajes más mediáticos de la historia del club, Blind acumula una trayectoría envidiable, pasando por clubes de la talla del Ajax de Ámsterdam, el Manchester United o el mencionado Bayern de Múnich, donde tuvo una participación bastante residual (solo disputó cinco partidos).

Por este motivo, tal como aseguró en su presentación con el Girona, optó por aterrizar en Montilivi: "Había tenído menos participación de la deseada y aún tenía físico para afrontar retos así". Sin necesitar período de adaptación a pesar a las diferencias de clima e idioma, es el tercer jugador de la plantilla con más minutos en LaLiga (1.621), solo por detrás de Paulo Gazzaniga y Aleix García (1.710).

ENAMORADO DE MÍCHEL

Imprescindible para Míchel, el neerlandés también es un enamorado del madrileño. "Hablé con Míchel sobre fútbol, sobre cómo quería jugar. Estuve muy interesado. Me gusta su visión. Desde ese momento mi interés creció. La propuesta del Girona me atrajo inmediatamente, estoy muy contento de estar aquí”, explicó cuando llegó al club.

Daley Blind, en su presentación con el Girona

Daley Blind, en su presentación con el Girona / EFE

Desde entonces, ha completado 17 de las 19 jornadas disputadas en el campeonato doméstico: ante el Granada fue sustitutido por Juanpe en el minuto 92, ya con 2-4 en el marcador, y ante el Villarreal saltó al verde en el minuto 88 para ayudar a amarrar el triunfo. El único partido en el que no ha sido titular.

Sin embargo, si Blind se ha ganado a Míchel ha sido por todo lo que le aporta en el campo. No es un futbolista rápido, tampoco fuerte, ni especialmente alto (1,80 metros). El neerladés brilla por algo que es muy complicado de medir: su inteligencia.

COMO EL BUEN VINO

En velocidad sufre, como se vio en el partido contra el Atlético de Madrid, donde Morata y Griezmann le ganaron la partida en varias ocasiones. Pero lo compensa con su gran colocación y Míchel le ha confeccionado un escenario ideal para explotar todo su fútbol y potenciar el de sus compañeros. De escuela holandesa, es un futbolista resolutivo y muy elegante. Crece desde el pase, no tiene miedo a jugar en vertical, y es fundamental en la salida de balón. Esta temporada ya suma dos asistencias.

Daley Blind, disputando un balón con Pedri

Daley Blind, disputando un balón con Pedri / EFE

Siempre con el mono de trabajo puesto, Blind ha demostrado que es como el buen vino, y está viviendo una segunda juventud a los 33 años. Es el cuarto defensor de las cinco grandes ligas que más pases da hacia adelante por partido (31,7) y es el cuarto jugador de LaLiga en pases completados con 1.228, solo superado por el Aleix García (1.381), Kirian Rodríguez (1.267) y Toni Kroos (1.256).

CLAVE TAMBIÉN EN EL LATERAL IZQUIERDO

Muy polivalente, puede jugar de central (perfil izquierdo), lateral izquierdo o de pivote. Por ello, Míchel le asigna varias tareas para liberar a Miguel Gutiérrez del carril izquierdo, que ocupa zonas interiores, y es el neerlandés quien abre el campo, adelantado su posición.

Una vez instalado en campo contrario, se convierte en uno de los dinamizadores del juego, sirviendo pases filtrados con mucho criterio entre lateral y central o buscando directamente a Dovbyk, y participando activamente en la circulación de balón. A su vez, se compenetra muy bien con Eric García, ayudándolo a crecer con su experiencia, y también está muy cómodo en la defensa de tres, ocupando siempre el perfil izquierdo.

"NO PODRÁS VOLVER A JUGAR AL FÚTBOL"

Blind ha arrancado este 2024 muy dulce. Sin estrenarse como goleador en todo el 2023, ya suma dos tantos consecutivos, uno en Liga ante el Atlético de Madrid y otro en Copa del Rey contra el Elche.

Sin embargo, la bonita historia de amor que está construyendo en Girona podría no haberse dado nunca. A sus 33 años ha sufrido y superado dos infartos que le han obligado a implantarse un desfibrilador para poder seguir compitiendo al más alto nivel.

En 2019, en un partido con el Ajax en Champions contra el Valencia, se desvaneció. Los médicos diagnosticaron un trastorno del ritmo cardíaco por una inflamación en uno de los músculos del corazón e inicialmente sugirieron que su carrera profesional había terminado.

Daley Blind está de dulce: dos goles en 2024

Daley Blind está de dulce: dos goles en 2024 / EFE

Había tenido un infarto, pero pude levantarme e incluso terminar el partido", explicó entonces. Ocho meses después llegó un segundo aviso. El desfibrilador cardioversor implantable (DCI) le salvó la vida aquella noche ante el Hertha de Berlín.

Blind fue un ejemplo para Eriksen, que sufrió un paro cardíaco en la Eurocopa 2020. “Pudo ver que era posible. Y pienso que por eso no se rindió. Si existe la posibilidad de jugar de forma segura, ¿Por qué no arriesgarse e intentarlo? Cuando los médicos me dijeron que podía manejar esta situación con medicación y entrenamiento, creo que solo pensé en intentarlo”, aseguró.

Ahora, cargado de salud e ilusión, está sacando su mejor versión en un Girona que no quiere despertar de un sueño inimaginable seis meses atrás.

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