José Antonio Avilés: del éxito, ¿al engaño?

El colaborador de Viva la Vida ha sido relacionado con varias estafas aprovechando su condición de 'periodista'

El colaborador de Viva la Vida ha sido relacionado con varias estafas aprovechando su condición de 'periodista' / Google

D. Cruz (@usuaridavid)

José Antonio Avilés es uno de los colaboradores más recientes de Telecinco, y que gracias a su papel en Viva la Vida ha logrado situarse en el foco mediático por sus 'exclusivas' y sus fuentes fidedignas. Si su paso por Supervivientes 2020 parecía la forma de consolidar su asiento en el Mediaset, lo cierto es que el devenir de los acontecimientos ha provocado lo contrario: sus horas como periodistas estarían a punto de terminar.

<strong>Sálvame </strong>ha desmontado al cordobés con una serie de testimonios que le acusan de estafar y mentir en nombre de diferentes trabajadores de Telecinco, como el propio Raúl Prieto (director de Viva la Vida), o el equipo de vestuario que cada tarde se encarga de adecentar a los colaboradores. Rafael, un empresario de cachimbas, contaba ayer en el programa presentado por Jorge Javier Vázquez que Avilés le "falsició un documento bancario" y le "mandó fotos de dinero en la mano desde Correos porque me iba a hacer un giro postal".

Mari Paz, por su parte, es una empresaria de moda que contó cómo el colaborador le llamó para pedir entre "20 o 30 prendas de ropa al mes" para publicitar la marca en Viva la Vida. Este vestuario, finalmente, no apareció en pantalla, y las culpas fueron directamente al equipo técnico del programa. 

 Además, en las últimas semanas se ha valorado la posibilidad de que el joven no sea periodista como dice, ya que el título obtenido a través de la ESCO de Granada, que funciona con convenio con la Universidad de Gales, sería una falsificación. El director del centro granadino ha admitido no conocer a Avilés y no haberle visto en ninguna ocasión por las aulas, algo que perjudica gravemente la imagen del cordobés. Una vez vuelva de Supervivientes 2020, formato del que acaba de ser expulsado, se tendrá que enfrentar no solo a difíciles acusaciones: también a posibles demandas.