Embajador de Tudor

David Beckham, un perfecto caballero inglés en su vuelta a Barcelona

El exfutbolista del Manchester United y el Real Madrid, actual propietario del Inter Miami donde juega Messi, e icono de estilo universal, ha viajado a la capital catalana por la inauguración de una 'boutique' de firma de relojes Tudor, de la que es embajador desde 2017

David Beckham, en un acto de Tudor en la base náutica del Port Vell del equipo suizo de la Copa América de Vela Alinghi Red Bull Racing.

David Beckham, en un acto de Tudor en la base náutica del Port Vell del equipo suizo de la Copa América de Vela Alinghi Red Bull Racing. / MANU MITRU

Laura Estirado

"España huele a ajo". Cuenta la leyenda que Victoria Beckham, la Spice pija, odiaba Madrid, y que arrugó el ceño con esta frase cuando a su marido, David Beckham, la estrella del fútbol inglés, procedente del Manchester United, lo fichó el Madrid en la temporada 2003/04 (el precio del galáctico estaba entonces en 37,5 millones de euros). La frase siempre ha perseguido a la hoy diseñadora de éxito, que ha negado mil veces haberla pronunciado. Y debe ser cierto que ni a ella ni a su esposo le huele mal esta tierra, pues últimamente la están frecuentando bastante. Aunque no Madrid precisamente.

En los últimos dos meses han disfrutado del clima de Catalunya ambos por sus respectivos negocios. Si a finales de abril Victoria Beckham acudió al Mas de Torrent, en pleno corazón rural del Empordà, para presentar su exquisita colección en comandita con la firma de moda catalana Mango, ahora ha sido su esposo (y padre de sus cuatro hijos, Brookly, Romeo, Cruz y Harper) el que ha regresado a Barcelona para apoyar a Tudor, la firma de relojes suizos de la que es embajador global desde 2017, el mismo día que ha abierto en plena Paseo de Gràcia, en el corazón de la milla de oro de Barcelona, su primera tienda en todo el territorio español.

La firma hermana de Rolex (aunque de precios más asequibles, con modelos como Black Bay y el Pelagos, que tienen un precio medio de entre 3.000 y 5.000 euros) tiene 250 tiendas por todo el mundo (básicamente en EEUU y Asia), pero ahora ha elegido Barcelona para acercarse a su público exigente y cosmopolita y amante de los cronógrafos como los que gastan los mejores aventureros más intrépidos, en tierra, aire, bajo el agua y sobre el hielo.

Detalle del reloj modelo Black Bay 41 de Tudor que luce David Beckham.

Detalle del reloj modelo Black Bay 41 de Tudor que luce David Beckham. / MANU MITRU

'Born To Dare'

El lema de #BornToDare (nacido para atreverse) lo estrenó Tudor hace siete años cuando fichó al exfutbolista para que llevase uno de sus minuteros allá por donde fuera y a cada evento al que acudiera (y tiene la agenda llena). A Beckham, quien es considerado un icono de estilo a nivel internacional, le encaja como anillo al dedo la frase, pues no solo encarna esa filosofía de vida valiente y exitosa, sino que, además, es un perfecto caballero inglés de manual.

Condecorado por Isabel II

Si Isabel II le impuso la Orden del Imperio Británico en el Palacio de Buckingham allá por 2003 sería por algo, que la última gran reina de Europa no daba un paso en falso. En Barcelona, Beckham ha demostrado que se puede ser millonario (sus goles ahora son los negocios: cobra casi 100 millones de euros al año en patrocinios, el doble que en su último año chutando el balón) sin ser arrogante, ni dárselas de nada; que se puede ser una estrella mundialmente conocida y pararse a firmar autógrafos en pleno Paseo de Gràcia colapsado por su presencia sin quitarse la sonrisa de los labios; o que se puede ser un ídolo y seguir siendo ese chaval del barrio obrero de Londres donde nació un 2 de mayo de 1975.

Esa naturalidad, cortesía y simpatía del hijo de un instalador de gas y de una peluquera es la que ha sorprendido a todos los que han acudido al Port Vell a verle posar a las puertas de la fenomenal base náutica del equipo suizo de la Copa América de Vela Alinghi Red Bull Racing, del que es patrocinador Tudor. Ha llegado puntual a la cita de las seis y media con el mismo uniforme con el que ha visitado la tienda de Paseo de Gràcia, camisa de cuello mao en azul klein y pantalones 'relaxed fit' en un tono más oscuro, acompañado de zapatillas en ante del mismo color.

Beckham, con miembros del equipo del Alinghi Red Bull Racing: Nicolas Charbonnier, Thery Schir, Franco Noti y Arnaud Psarofaghis.

Beckham, con miembros del equipo del Alinghi Red Bull Racing: Nicolas Charbonnier, Thery Schir, Franco Noti y Arnaud Psarofaghis. / MANU MITRU

Hacía calor y un Beckham remangado ha atendido las fotos y ha posado también con los regatistas del equipo. En la mano derecha llevaba su modelo preferido, el Black Bay 41, en acero, con la típica aguja 'snowflake' Tudor, y la rosa labrada en la ruedecilla lateral de la esfera.

"Me alegro por Mbappé"

Aunque no estaba previsto que hiciera declaraciones, tras el "¡Hola!' de rigor, ha respondido un par de cuestiones balompédicas: por un lado, cree que "el Barça tiene un buen equipo, joven y con buenos jugadores", y por otro, que está contento "por Mbappé y por el Real Madrid", ya que considera que "es una gran persona y un gran jugador, y se une a un gran club". Sobre la 15ª Copa de Europa del club blanco también ha comentado que "ha sido una temporada especial para el equipo y para Carlo [Ancelloti] y los aficionados, porque ganar la Liga de Campeones es uno de los mayores honores".

Más tarde, en el evento privado celebrado en la terraza de la base náutica, con vistas al mar y con 200 invitados de Tudor, Beckham ha vuelto a comparecer brevemente. Esta vez con un traje en tono marrón con camiseta límpida de algodón blanco, y su sonrisa franca y pilla. Tras agradecer a la marca el hecho de haber podido regresar a Barcelona "por una ocasión tan especial", el ídolo ha invitado a todos los presentes a hacerse un selfi colectivo con él.

El desfile ha durado más de media hora. ¿Quién se iba a resistir?