En Madrid se arrepienten de echar a Beckham

A buenas horas, mangas verdes. Al Real Madrid le encantaria que el inglés siguiera en el Bernabéu. Es tarde para lamentarse

David Beckham abandonará el Real Madrid el próximo 30 de junio. El jugador termina contrato a final de temporada. El pasado mes de enero se comprometió con Los Angeles Galaxy para vestir la camiseta del equipo norteamericano una vez cerrada su etapa como madridista. Beckham observó, antes de decidir que su futuro estaría en Estados Unidos, que Fabio Capello apenas contaba con él. Y, para colmo de males, se dio cuenta de que a Ramón Calderón le importaba muy poco su situación. Beckham fue de cara, negoció su marcha y lo anunció en público a fin de acabar con las especulaciones acerca de cuál iba a ser su próximo destino.

Lo increíble llegó poco después, cuando Capello montó en cólera y dijo que el inglés no volvería a jugar más con el Madrid. Un mes de castigo tuvo que soportar Beckham, un jugador que, desde su llegada a la casa blanca, en verano del 2003, fue alabado por todos sus entrenadores por su entrega y profesionalidad en los entrenamientos y en los partidos. Ramón Calderón aplaudió la decisión del italiano... que finalmente indultó al 'spice boy'. En los últimos tiempos, Beckham se ha erigido en pieza fundamental en este Real Madrid que suspira por la conquista del título de Liga.

Pero, el año que viene, al inglés lo veremos jugando en Estados Unidos. La actitud pasota del Real Madrid obligó al jugador a buscarse destino con tiempo suficiente y ya no existe la posibilidad de dar marcha atrás. Ahora, el Real Madrid se arrepiente de no haberle ofrecido renovar, por lo menos, por dos temporadas más.

Fin de ciclo

El club blanco, por un lado, se queda sin una máquina de hacer dinero. Mucho ha obtenido el Madrid con Beckham en sus filas en concepto de ingresos atípicos. Además, cada verano se ha hecho de oro en sus giras por el Lejano Oriente. También hace algo menos de un año fue un éxito la visita de los merengues a Estados Unidos. Pero todo eso se acabó. Se ha puesto punto y final a un ciclo en que el club ha exprimido a fondo el marketing.

Sin David Beckham, el Real Madrid no despierta ningún interés, ni en los países asiáticos ni en los Estados Unidos. Se terminó eso de embolsarse un buen puñado de millones por jugar dos bolos ante rivales de poca monta. Ahora, Fabio Capello le considera imprescindible en el once titular. En San Mamés, frente al Athletic, Beckham fue amonestado y debía cumplir un partido de sanción ante el Sevilla. El Madrid movió cielo y tierra para que pudiese jugar y logró su objetivo.

La afición madridista está muy molesta con Ramón Calderón, pues entiende que debió haberle ofrecido la renovación a Beckham. Mientras, en Estados Unidos, el equipo de Los Angeles Galaxy ya se está forrando ante la inminente llegada de Beckham, el Madrid observa con rabia e impotencia que ya no puede hacer nada para cambiar las cosas. El inglés ha demostrado ser algo más que un icono mediático. Su calidad está fuera de toda duda, pero en la casa blanca se han enterado demasiado tarde. El inglés se irá con su música a otra parte.