Kovacic desaparece del mapa

Mateo Kovacic, el extraño fichaje con el que sorprendió el Real Madrid el pasado verano para ser el Modric del futuro, ha caído en el más absoluto de los ostracismos. El centrocampista croata ha desaparecido del equipo. Desde el 9 de abril, cuando jugó los últimos 30 minutos en la goleada (4-0) del Madrid sobre el Eibar, Zinedine Zidane ha dejado de contar con él ni para los compromisos menos comprometidos. Ni un minuto en los dos partidos frente al Wolfsburgo ni tampoco el pasado sábado en Getafe.

Kovacic llegó al club madridista procedente del Inter de Milán en una operación express que nadie había sospechado. Florentino Pérez no tuvo ningún problema en pagar 30 millones de euros por un futbolista que tampoco habçia brillando en el conjunto nerazzurro. 

Quien más confió en el centrocampista balcánico fue Benítez. En bastantes ocasiones fue incluso su primer cambio por su afán en reforzar el centro del campo cuando los partidos se abocaban hacia su final.

Sin embargo, desde la llegada de Zidane, Kovacic se ha convertido casi en un marginado que sólo sirve para completar las convocatorias. Y a veces, ni eso. No ha jugado ni un minuto en seis de los últimos ocho partidos y en la mitad de ellos se quedó en la grada y ha salido tres partidos desde el banquillo (71 minutos de 720 posibles).

Los motivos para justificar sus últimas ausencias no son pocos. Isco y James Rodrìguez han entendido el ultimátum que les planteó el técnico francés y se han puesto las pilas, como quedó demostrado ante el Getafe. Pero sobre todo ha sido su falta de adaptación al juego lo que le ha condenado, como errores de bulto en el pase y no responder como relevo de Modric.

En el club y en el cuerpo técnico consideran que Kovacic no se ha aclimatado al Real Madrid y valoran  cederlo a otro equipo la próxima temporada para que tenga minutos y crezca como futbolista.