El 'show' de Duda ensombreció el título del Barça

Eduardo Sao Thiago Lenz, más conocido como Duda, es el técnico de ElPozo desde el curso 01-02 y el más laureado del fútbol sala español con un total de 12 títulos (cuatro Ligas, tres Copas de España, tres Supercopas, una Recopa de Europa y una Copa Ibérica, además de tres Copas de la Región Murciana). Sin embargo, la irrupción del Barça Alusport ha frenado esta racha hasta el punto de que los blaugrana han sumado 11 de los últimos 13 títulos por uno solo de ElPozo.

Y el brasileño no termina de asimilar la superioridad azulgrana a nivel de resultados. Aunque la pasada temporada ya propició algún escándalo en el Palau y, sobre todo, en las ruedas de prensa calentando de manera peligrosa los dos partidos de la final que se disputaron en el Palacio de los Deportes, lo del martes merecería una sanción por parte de una LNFS que volverá a mirar hacia otro lado.

El comportamiento de Duda fue lamentable dentro y fuera de la pista. El técnico enloqueció tras la rigurosa expulsión de Kike a un minuto del final y, nada más acabar el partido, corrió hecho un basilisco hacia los árbitros en actitud desafiante. Al verlo, uno de sus ayudantes trató de frenarle y Duda, con desprecio, le realizó una llave al más puro estilo del judo y lo derribó con violencia. Después, se dirigió a los árbitros con la mano en alto en actitud amenazante y se retiró a los vestuarios. No contento con ello, regresó y durante la entrega de trofeos, respondió a la enorme pitada de la grada realizando gestos obscenos, pero su ‘show’ no había hecho más que empezar.

Más tranquilote de forma aparente, en la sala de prensa se enfrentó con dos periodistas y cargó contra todo. Atacó el Barça, a los jugadores blaugrana, a los árbitros y al sistema. “Siempre es lo mismo, estoy harto de que siempre seamos los perjudicados. Los jugadores (del Barça) se pasan todo el partido protestando y nunca pasa nada. Y los árbitros nos han privado de tener opciones en el último minuto inventándose una tarjeta roja a Kike y lo han hecho con mala fe. Al final te van hinchando y uno explota. Es siempre lo mismo. El año pasado sancionaron a Wilde con cuatro partidos y al final solo fue uno. Después del partido me han ofendido y yo he respondido a un aficionado en concreto. ¿El pabellón tiene derecho a ofenderme y eso es normal? No pido perdón a la afición. Yo no he intentado agredir a nadie, solo he ido con el dedo levantado a hablar con los árbitros”, espetó en rueda de prensa sin perder en ningún momento su tono amenazante.

Mientras, los árbitros ya empezaron a curarse en salud y escribieron en el acta que había derribado “a una persona sin identificar”. Pues será para ellos, porque todo el mundo pudo ver que era un ayudante de su equipo. Ahora la pelota está en el tejado de la LNFS. Si sigue mirando para otro lado, algún día sucederá una desgracia en una pista.

Por su parte, Marc Carmona se felicitó por la consecución del único título que faltaba en el palmarés de la sección y prefirió mantenerse al margen sobre el entrenador del equipo rival. “No comparto sus comentarios. Nosotros no protestamos, son maneras de verlo. Yo ha perdido más veces de las que he ganado a ElPozo de Duda y después de las derrotas me centré solo en seguir mejorando. Nada más. En la vida y en el deporte cada uno tiene que hacer lo que le toca y yo no tengo que valorar esto. Si a alguien le corresponde hacerlo, que lo haga. Por nuestra parte, siempre mantenemos el máximo respeto hacia el rival”, dijo un satisfecho técnico azulgrana.

Una pena. Duda es un entrenador sensacional y sabe sacar el máximo partido a su plantilla, pero su comportamiento supera en demasiadas ocasiones la barrera de lo admisible y alguien debería ponerle freno.