El Inter empata y deja abierta la tercera posición

El Inter no pasó del empate a cero ante el Udinese

El Inter no pasó del empate a cero ante el Udinese / EFE

Francesc Ripoll

Con la Serie A decidida, los focos en Italia se centran en las posiciones que dan acceso a la Champions League. Y lo cierto es que la pelea por el tercer y cuarto puesto está de lo más interesante.  Pese a que el Inter es el principal candidato para quedar por detrás de Juventus y Nápoles, el empate a cero que cosechó el conjunto de Spalletti en el campo del Udinese deja esa posición más viva que nunca.

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Serie A

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Alineaciones
Udinese
Musso; D'Alessandro (Wilmot, 81'), Larsen, De Maio, Nuytinck, Zeegelaar; Mandragora, Sandro (Hallfredsson, 73'), De Paul; Pussetto (Okaka, 61'), Lasagna.
Inter
Handanovic; D'Ambrosio, de Vrij, Skriniar, Asamoah; Brozovic, Borja Valero (Icardi, 63'); Politano (Candreva, 77'), Nainggolan, Perisic; Lautaro Martínez (Keita Baldé, 79').

Puso las cartas sobre la mesa el Inter nada más oir el silbato inicial. Los pupilos de Spalletti fueron a por el partido desde el minuto uno, seguramente con la charla de su entrenador antes de inicar el choque retumbando en sus cabezas. Y es que los 'neroazzurri' no se podían permitir el lujo de dejarse puntos ante un Udinese que quería sellar la permanencia cuanto antes.

Nainggolan fue el primero en avisar. Se sacó un zambombazo con la diestra y obligó a volar a Musso para evitar el primero. Pero no se podía confiar el cuadro visitante, que aunque dominaba el encuentro se veía amenazado por algunos chispazos de los 'bianconeris'. La más clara llegó antes del descanso, cuando Handanovic tuvo que intervenir para evitar el tanto de Mandragora. Mismos chispazos hacía Perisic, de los más activos por banda, buscando desbordar para meter balones al área, sin éxito.

Un posible penalti no pitado a favor del Udinese al filo del descanso caldeó un tanto el ambiente y la intensidad con la que salieron ambos conjuntos sobre el tapete tras el receso fue de lo más alta. Pero el guion fue similar al del primer tiempo. Los locales se encomendaban a De Paul para generar peligro, con poco acierto.

Metió mano el técnico interista para tener más pólvora arriba y que los suyos buscaran (al final con más corazón que cabeza) un tanto que nunca llegó. Se toparon una y otra vez con el muro de los del norte de Italia, bien cerrados y bloqueando todos los tiros exteriores que intentaban. Los errores en el último pase obligaron al marcador a no moverse.