Robinho, condenado a 9 años de cárcel por violencia sexual

La carrera de Robson de Souza, mejor conocido como Robinho, ha tocado fondo. El fútbol es ahora mismo el menor de los problemas del jugador brasileño, sin equipo desde que rescindió en octubre de 2020 con el Santos. Y es que Robinho tendrá que cumplir los nueve años de cárcel a los que le ha condenado la Corte Suprema de Casación de Italia. Sobre el futbolista de 37 años pesa la acusación de violación en grupo a una joven de 23 años en 2013.

La justicia italiana ha ratificado la sentencia sobre Robinho tras denegar un recurso presentado por el jugador, según el medio Ge Globo, en la mañana de este miércoles 19 de enero. La víctima ha confirmado, de nuevo, que seis hombres abusaron de ella mientras se encontraba inconsciente.

Precisamente, esta semana se cumplen nueve años de los hechos que acontecieron el 22 de enero de 2013. Según la denuncia del fiscal, Robinho y otros cinco hombres, amigos del jugador, cometieron un delito de violencia sexual contra una joven de origen albanés en el conocido club nocturno Sio Café. Sin embargo, solo el ex futbolista del Real Madrid, por aquel entonces en el AC Milan, y su amigo Ricardo Falco fueron acusados, pues el resto de implicados huyeron de Italia durante la investigación.

La pelota, en el tejado de la justicia brasileña

El abogado de la víctima ha celebrado la decisión, además de presentar un recurso de apelación ante la justicia brasileña: "Para nosotros, la sentencia debe cumplirse. Si fuera en Italia, iría a prisión. Ahora la pelota será de Brasil, que la afrontará en base a su Constitución", ha explicado la defensa. Robinho ya realizó servicios comunitarios semanalmente entre 2018 y 2021, mediante el cuidado de ancianos en una residencia, y la limpieza de plazas y guarderías en Milán.

Tras la sentencia, se consuma el fracaso en la carrera del brasileño, cuya vida ha tocado fondo. En un pasado, llegó a brillar como una de las mayores promesas del fútbol mundial. Nunca respondió a las grandes expectativas, pero tras estos hechos deleznables también ha certificado su descenso a los infiernos fuera de los terrenos de juego.