Habrá mano dura contra el racismo

Los últimos hechos que tuvieron a Kameni y a Mark Zoro como protagonistas han encendido las alarmas

Europa ha dicho basta y está dispuesta a poner cerco al racismo. Los acontecimientos en Madrid y en Messina, el pasado domingo, que tuvieron en el portero camerunés del Espanyol Carlos Kameni y al defensa marfileño del Messina Mark Zoro en el ojo del huracán, han despertado las conciencias de los dirigentes de la UEFA y del Parlamento Europeo. Ambos organismos hicieron ayer una declaración de intenciones por la cual piden actuaciones expeditivas para frenar esas acciones.

Diputados de los principales grupos del Parlamento Europeo presentaron ayer una declaración escrita en la que reclaman la suspensión de partidos o la expulsión de las competiciones de los clubs reincidentes. "Después de haber visto que se insulta a jugadores por el color de su piel ante los ojos de todo el mundo queda claro que hay que tomar medidas", explicó el laborista británico Claude Moraes.

Los parlamentarios europeos piden a la UEFA que apruebe medidas de respuesta, como la posibilidad de que el árbitro detenga o suspenda un encuentro en caso de "abuso racista grave", o la imposición de sanciones contra federaciones o clubs cuyos aficionados incurran en ofensas racistas, incluida la expulsión.

La petición de la Cámara europea no parece que vaya a caer esta vez en saco roto. La UEFA se apresuró a señalar que estudia tomar medidas que van desde la simple multa hasta la exclusión de los clubs de las competiciones. "Estamos preparados para poner en práctica las sanciones necesarias, desde multas hasta la clausura de estadios, y no descartamos la exclusión de los clubs de las competiciones en caso de reincidencia", dijo el vicepresidente de la UEFA, Per Ravn Omdal, quien animó a los árbitros a que no duden en interrumpir un partido o, incluso, suspenderlo en caso de manifestaciones racistas.