El futuro de Kevin Keegan, en el aire

Ocho meses puede haber durado en el cargo Kevin Keegan. El tiempo justo para que se le acabe la paciencia.

Cansado de ser ninguneado por el dueño del club, Mike Ashley, y especialmente por el director deportivo, Dennis Wise, el técnico estaba decidido a dejar el Newcastle, aunque los dirigentes de las urracas trataron de convencerle e hicieron un último esfuerzo para lograr que se quedara. Anoche el Newcastle envió un comunicado en el que aseguraba que el club no había despedido a Keegan. "El Newcastle valora el esfuerzo realizado por Keegan desde que regresó a St. James' Park y queremos que siga teniendo un rol importante como manager de nuestro club", aseguraba el escrito. Faltaba por conocer la decisión de Keegan, cuya continuidad en St. James Park está en estos momentos en el aire.

Este puede haber sido el punto final de una polémica que se ha extendido durante los últimos meses. Sus diferencias con los dirigentes eran notables. El primer punto de discusión fue la renovación de Michael Owen, a quien Keegan consideraba fundamental pues era es el único jugador capacitado para marcar goles. En cambio, desde el club no estaban dispuestos a hacer un esfuerzo por un futbolista que se lesiona asiduamente. Esta negativa formaba parte a la vez de la nueva política del club, pues Ashley quería recortar gastos. Y como muestra, los fichajes realizados este verano. Jonás y Guthrie contaban con la confianza del técnico, aunque éste no entendió la cesión del valencianista Nacho González, ni la incorporación del delantero español Xisco, muy caro y contratado a última hora. No obstante, el asunto más espinoso es el de Joel Barton, el niño malo. Keegan era partidario de perdonarle y darle una segunda oportunidad, mientras que Ashley negociaba con el Portsmouth para traspasarlo.