Domenech, seleccionador de Francia, 'catalán' y del Barça

Hijo de padre catalán, con apellido catalán, Domenech no afronta este encuentro como si fuera uno más

Raymond Domenech, entrenador de la selección francesa, reivindica sus raíces catalanas, de donde procede su padre. La inminente disputa del partido contra España le acarreará un sentimiento especial. No sólo por la trascendencia del partido sino también por su pasado.

¿Habla catalán?

Lo he olvidado por completo.

¿Qué le queda de su pasado catalán?

Mi padre emigró de Catalunya a Lyon en el 36. El me hablaba mucho de su tierra y yo, siendo francés, empecé a admirar el espíritu de su gente. Creo que mantengo el ánimo de su gente. Mi padre era del Barcelona, y este es mi club antes de cualquier otro. Mi primer partido internacional que vi fue un Gamper.

¿Venía a Barcelona?

Y vengo a veces. De niño iba de vacaciones con mi familia a Rubí donde vive un primo y una tía. Estábamos un mes allí y al final, con mi hermano, aprendimos el catalán. Ahora han pasado cuarenta años.

¿Sus influencias futbolísticas también fueron barcelonistas?

Sí. Cruyff me marcó. Es uno de los pocos entrenadores que concuerdan sus declaraciones, su trabajo en los entrenamientos y el juego de su equipo. Muchos otros hablan del buen juego pero no hacen nada para que esto ocurra. Sólo esperan que ocurra.

Y ahora se debe enfrentar a España. ¿Cómo asume el encuentro?

Se trata de un partido muy especial para mí. Intento centrarme en lo deportivo y abstraerme de mis raíces, catalanas o españolas. Tampoco entraremos en política ahora... ¿no?

¿Qué le parece el equipo español?

Es uno de los conjuntos que mejor juego ha desplegado en el Mundial. Para mí está Argentina, Alemania y España. Es un grupo que me ha impresionado por su manejo del balón, por los muchos goles que marca y por la calidad de sus jugadores. También tiene puntos débiles. Estos no los desvelaré, me los quedo para mí.

¿Es un bloque a imitar?

No. Cada equipo tiene sus cualidades. Nosotros tenemos otras virtudes que tenemos que explotar.

¿Cómo llega Francia a esta fase de la competición?

Ahora, al menos, el motor ya está en marcha. Hemos avanzado algo. Hemos dejado una etapa atrás y somos conscientes de que lo que viene ahora será más difícil. Nos toca avanzar.

¿Quiere decir mejorar?

Sin duda. Hay que ganar para continuar existiendo. Los jugadores saben que ahora será más duro, que deben mejorar mucho si quieren ganar a España.

Al lograr la clasificación, ¿Francia se ha liberado?

Contra Togo sufrimos mucho y sólo respiramos tranquilos cuando supimos que Suiza había marcado el segundo gol. Entonces, por primera vez en el Mundial, pudimos relajarnos.

¿Quién parte como favorito en estos octavos de final contra España?

Nadie. Hay que jugar el partido y luego ya se verá. Para nosotros es el partido del Mundial.

¿Cambiará de sistema con la vuelta de Zidane?

Es algo que no voy a anunciar hasta el lunes, después del último entrenamiento.

¿Qué le pide a su equipo?

Que tenga equilibrio. Lo primordial para un rival como el ataque del Barcelona es mantener una buena defensa. Si no somos sólidos atrás, ya podemos comprar los billetes de vuelta a Francia.

¿Qué cicatrices quedan en Francia de las declaraciones racistas de Luis Aragonés?

Esto no me concierne. Debemos centrarnos en lo deportivo. Yo no tengo problema con ningún entrenador. No me interesa lo que ocurra antes y después de los partidos. Sólo que intento siempre de no cruzarme con ningún entrenador rival antes de los partidos. Al final les doy la mano y le deseo suerte. Uno será vencedor y otro perdedor. Así es la vida.

¿Entiende que este es un partido entre viejos contra jóvenes?

Dependerá de la energía que seamos capaces de movilizar. Debemos pensar que el partido puede durar 90 o 120 minutos y habrá que gestionar el grupo según como vaya el marcador. El objetivo es tener a la plantilla al dos cientos por cien pero esto lo desea todo el mundo.

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