Surrealismo trágico en el descenso del Sabadell

El equipo de Óscar Cano tuvo dos ocasiones en el tiempo añadido de Lugo que le hubieran dado la permanencia

La caída al pozo de la Segunda RFEF, consecuencia de una campaña nefasta y plagada de desgracias en la Nova Creu Alta

La afición del Sabadell, un día más lo mejor

La afición del Sabadell, un día más lo mejor / CE Sabadell

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No, no es una pesadilla. El Centre d’Esports Sabadell está en Segunda Federación. La tarde del sábado en Lugo está ya entre las páginas más negras de la entidad.

Es tiempo de reflexión y análisis tras una temporada nefasta, culminada con unos últimos minutos que rozaron el surrealismo.

Y es que, con 3-1 en todo lo alto, en el minuto 89 Baselga remachaba desde cerca el 3-2 tras un córner y se daban cinco minutos de añadido. Hacían falta dos goles y a los 92:55 Abde Damar empalmaba una gran volea para empatar a tres. El milagro estaba cerca y se rozó.

A los 94:25 la tuvo Domènech en el área con un intento de vaselina que se quedó corto, a los guantes del meta Tabuaço, y a los 95:35 Manel remataba de cabeza un saque de esquina saliendo el esférico fuera por muy poco. Dos oportunidades agónicas que hubieran supuesto la permanencia. ¿Merecida? El fútbol no se basa en esas cosas.

El tres a tres final en el Anxo Carro y el descenso a Segunda RFEF son el colofón a una temporada nefasta.

El club arlequinado emitió un comunicado lamentando no haber conseguido la salvación: “Es un día que nunca queríamos que llegara. Se ha trabajado sin descanso y se han realizado todos los esfuerzos personales y económicos para evitarlo. El club es consciente de que se han cometido errores y trabaja para corregirlos”.

El Sabadell destaca que “nos reharemos con más fuerza y más ganas. En este momento, queremos dar las gracias a toda la afición por su apoyo incansable. Más que nunca, honor al Sabadell”.

Un mensaje que refleja los errores de una temporada que se torció desde los primeros compases, con una arriesgada apuesta en el banquillo como Miki Lladó, suplido después por Bofill en un movimiento que tampoco dio sus frutos.

La nefasta primera vuelta ha sido un lastre para una plantilla obligada a estar toda la campaña en posiciones de descenso, o muy cerca.

La llegada de un técnico veterano como Óscar Cano y de refuerzos interesantes como Maestre, Carles o Abde hizo recuperar el buen rumbo, pero la plaga de lesiones y los errores propios -Salamanca, Tajonar, Tarazona- han acabado por hundir el proyecto vallesano.