Reus B Cambrils, una permanencia que no tiene precio

El Reus B exige cobrar

El Reus B exige cobrar / REUS CF

Xavi Turu

Las aguas turbias en Reus se han visto aclaradas con la permanencia virtual del filial rojinegro. El conjunto de la capital del Baix Camp continúa su particular camino para intentar solucionar todos aquellos hándicaps financieros y administrativos que empezaron durante el pasado verano. Impagos, falta de profesionalidad en según que departamentos del club e irregularidades financieras, no han sido suficientes para descarrilar al filial y que el Reus B Cambrils se haya plantado a ocho jornadas de terminar su calendario con la permanencia virtual en el bolsillo.

Los chicos de Albert Company nunca han bajado los brazos y han competido como auténticos campeones. El grupo V de Tercera División no era nada fácil para unos futbolistas que también deambularon por las arenas movedizas que dejó Joan Oliver en el primer equipo y donde el filial tuvo que apañárselas con lo puesto. Cuerpo técnico y futbolistas firmaron un pacto no escrito donde el compromiso y la fidelidad a su trabajo no tenían precio.

Honor de campeones

Los detalles son asombrosos. La permanencia se ha conseguido con tan solo 12 jugadores que han cobrado la nómina correspondiente al mes de enero. Los futbolistas restantes no han visto ni un euro en sus cuentas bancarias y aquellos que lo han percibido, ha sido a medias tintas, nunca en su totalidad. Llegados a este punto los reproches son escasos. La competitividad de este grupo siempre ha sido fiel al orgullo de hacer las cosas bien.

Con Company a los mandos de la nave nodriza, el filial reusense ha tomado siempre el rumbo necesario para que a final de curso los rojinegros estén donde se merecen estar, dando una vez más un ejemplo y una lección a los nuevos administradores y dueños de la entidad y, sobre todo, a aquellos que forjaron los cimientos del destrozo y de la crónica de una desaparición forzada de un club que cada vez está más pendiente de un hilo. Ahora, tan solo queda disfrutar del fútbol del filial y esperar que la temporada que viene el balón siga rodando en el Municipal.