El juez aprueba el ERE en el Reus

Protesta de socios y trabajadores del Reus

Protesta de socios y trabajadores del Reus / EFE

Xavi Turu

Los problemas del Reus cada vez se intensifican más y la mayoría de los caminos empiezan a indicar que el conjunto de la capital del Baix Camp estará destinado a una desaparición forzada. Esta vez, y según apunta Tarragonadigital, el juez mercantil Juan Luis Moles, ha aprobado el Expediente Regulador de Ocupación (ERO) para que los trabajadores del Reus reciban las indemnizaciones que les corresponden. El magistrado del Juzgado Mercantil número 1 de Tarragona, ha dado por finiquitados los contratos de los trabajadores de la entidad catalana y un total de 61 trabajadores van a obtener aquello que les pertenece, acordado por los 20 días por año trabajado.

El colectivo de asalariados del club está formado por los futbolistas del primer equipo (únicamente Raphael Guzzo que ya está desvinculado de la entidad), jugadores del filial, preparadores físicos, entrenadores, el área del departamento técnico del club y todo un largo etcétera de cargos que estaban pendientes de esta propuesta de ERO que ya solicitó el actual administrador concursal David López.

Las cifras de la operación

Como destaca el diario digital de tarraconense, los números que tendrán que cobrar los respectivos trabajadores van desde el futbolista Raphael Guzzo, que pasaría a recibir una cantidad de 39.687,69 euros a Ferran Asensio con 32.757,28, el ex entrenador rojinegro Xavi Bartolo con 28,933,36 i finalmente Sergi Parés con 25.902,37. Este baño de cifras es tan solo una página más de los enormes problemas que viene arrastrando el Reus desde hace ya unos largos meses.

El último hándicap para los catalanes fue el ultimátum de la Federación Catalana de fútbol (FCF) que puso como fecha límite el próximo martes para que se puedan pagar las nóminas pendientes a los futbolistas del filial. Apartado de los focos mediáticos y lejos de las instalaciones rojinegras, Clifton Onolfo continúa desaparecido haciendo el requerimiento a los jugadores para que estos retiren sus denuncias, en un gesto que los futbolistas no lo ven nada viable y no tienen la más mínima intención de hacer caso al dueño americano del Reus.