Arnau Pradas, la zurda más exquisita de la Masia

Johan Cruyff siempre argumentaba que la base del fútbol era la técnica. En la cantera blaugrana cuando se buscan jugadores lo primero que se observa es su nivel técnico. Es cierto que en el fútbol actual hay muchos otros factores que cuentan para analizar a los jugadores pero el talento puro sigue siendo algo muy buscado. Arnau Pradas responde al perfil del jugador clásico que desequilibra gracias a sus fundamentos técnicos.

Zurdo cerrado, su capacidad para regatear y dibujar jugadas de fantasía nos reconcilian con el fútbol de siempre, aquel en el que el jugador más habilidoso brillaba por encima de los futbolistas más fuertes y potentes.

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El Juvenil A del Barça selló su pase a la final de la Copa Catalunya con una jugada maravillosa de Arnau Pradas. El extremo manresano recibió un balón enganchado a la banda derecha y se inventó una jugada muy típica en su fútbol. Recibió a 15 metros del área con un lateral muy cerca, controló el balón, lo mató y se dio dos autopases cortos y precisos hasta quedarse solo en la línea de fondo con tiempo para levantar la cabeza, centrar y asistir a Hugo Alba. Técnica pura para desequilibrar en espacios reducidos.

Una formación 100% Barça

Este es Arnau Pradas, un futbolista de 18 años que juega en el Barça desde hace 11 temporadas. Empezó en el prebenjamín con jugadores tan importantes como Héctor Fort, Marc Guiu, Pau Prim o Alexis Olmedo. Algunos de ellos ya están en el primer equipo y los otros en dinámica del filial pero Arnau Pradas tiene que seguir evolucionando y creciendo en el Juvenil A.

Es juvenil de segundo año y, por lo tanto, su camino es el más habitual, subiendo peldaño a peldaño. A diferencia de sus compañeros de generación, Arnau es un prodigio técnico que no tiene un físico privilegiado para saltarse etapas. Su zurda es una maravilla pero sus condiciones atléticas no le dan todavía para quemar etapas al ritmo vertiginoso de los Fort o Guiu.

Técnica pura

Arnau necesita ir quemando etapas a fuego lento para consolidar su clase con un físico que le permita rendir en la élite. Su gran ventaja es el talento innato. Arnau tiene un dominio técnico del balón espectacular que le permite controlar, tocar y regatear como pocos. En espacios reducidos es un agitador nato ya que su zurda exquisita le permite irse por dentro y por fuera.

Un extremo clásico

No lo hace por velocidad ni por fuerza sino a base de una clase extraordinaria. Si recibe el balón en una zona peligrosa siempre tiene soluciones para encontrar una ventaja. En el fútbol-7 jugó de lateral zurdo ofensivo y en el fútbol-11 destacó en los dos equipos infantiles y en el Cadete B como extremo derecho. En el Cadete A de Ivan Carrasco explotó como '11' actuando de extremo a pierna natural. Además de inventarse incontables pases de gol sumó 17 goles formando un ataque demoledor con Lamine Yamal.

Adaptarse a un fútbol más exigente

En sus dos primeras temporadas como juvenil, Arnau Pradas se está encontrando con más dificultades para poder exhibir su zurda diferencial. en contextos menos dominadores recibe menos balones y en peores condiciones y esto redunda en que marca menos goles y sume menos asistencias. Arnau está en proceso de asimilar que debe mejorar su rendimiento defensivo y lograr seguir siendo diferencial aunque no tenga tanta presencia en los partidos.

En estos dos años, Arnau ha marcado 12 goles y ha sumado una buena cifra de asistencias pero le ha costado mostrar la superioridad que exhibía de cadete. Esta temporada el manresano ha sido titular en 22 de los 34 partidos en los que ha jugado entre la liga, copa del rey, Youth League y Copa Catalunya. Este fin de semana disputará su último partido oficial del curso en su tierra natal, Manresa, contra el Espanyol en la final de la Copa Catalunya Juvenil.

La proyección de futuro

Como le ha sucedido a muchos extremos su futuro puede pasar por retrasar su posición para tener más incidencia en el juego. Si sigue ganando intensidad y capacidad defensiva, muchos técnicos lo visualizan en el futuro como un lateral o carrilero al estilo Grimaldo. El tiempo dirá si consigue hacerse un hueco en la élite como extremo o tiene que reciclarse para que explote su nivel técnico.