El curioso motivo por el que las polillas y mosquitos adoran la luz

La extraña fascinación de estos insectos con la luz artificial es una de las razones por las que son tan molestos

Las olas de calor aumentan las enfermedades exóticas por mosquitos

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Con la llegada del verano, también aparecen en escena los indeseables insectos, como los mosquitos y las polillas, que no dudan en invadir nuestros espacios. Pero, ¿por qué precisamente en esta época del año se hacen más pesados?

Para las polillas, el calor es el desencadenante para que sus larvas salgan en busca de alimento y sobrevivir. En el caso de los mosquitos, las altas temperaturas les proporcionan el ambiente propicio para reproducirse a gran velocidad.

Aunque no es exclusivo del verano, estos insectos necesitan temperaturas cálidas, en torno a los 28-29 grados, para multiplicarse con rapidez. La respuesta pues, está en las altas temperaturas que aceleran su reproducción y desarrollo.

Quizás la imagen más común que tenemos de estos insectos es su revoloteo cerca de las luces artificiales. ¿Por qué lo hacen? Según los expertos, tanto polillas como otros insectos utilizan la luz para orientarse en la oscuridad. La Luna y las estrellas son sus puntos de referencia en la noche, pero las luces brillantes pueden confundirlos, atrayéndolos hacia ellas.

Cuando las polillas ven una luz intensa, la toman como una referencia para guiarse, ya que sus ojos tienen elementos que se comportan como "telescopios en miniatura". Pero estas luces artificiales que tanto nos atraen a nosotros, resultan irresistibles para estos insectos, que se ven desorientados debido a nuestra interferencia.

El resultado de nuestras luces brillantes es una verdadera "invasión" de mosquitos, polillas y otros insectos voladores, que encuentran en ellas un camino despejado.