Si tienes un viaje pagado y te llaman para mesa electoral podrías librarte: el Gobierno ha exigido un cambio de ley

Pedro Sánchez ha adelantado las elecciones generales al 23 de julio, en plena temporada estival

Un cambio en la ley electoral que calmaría a la población

Pedro Sánchez.

Pedro Sánchez.

Sandra Artuñedo

Sandra Artuñedo

Tras la inesperada decisión de Pedro Sánchez, líder del PSOE y presidente del Gobierno, tomase la decisión de adelantar las elecciones generales al 23 de julio las alertas se han disparado. Muchos ciudadanos han empezado a preguntarse qué pasará con las vacaciones de verano, el voto por correo y sobre todo, las mesas electorales.

Tras el batacazo para la izquierda en las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo, Sánchez ha decidido cambiar la fecha prevista para finales de año.

La fecha escogida, 23 de julio, pillará a la mayoría de España disfrutando de sus vacaciones de verano. Pedro Sánchez, consciente de ello, ha defendido su decisión "También pensé en ello, sé que se acercan las vacaciones. Las primeras vacaciones completamente normales tras el COVID-19... La sociedad necesita descansar, lo entiendo y me hago cargo, pero lo que se decida el 23 de julio será decisivo para España".

Una de las principales dudas de la población viene marcada por la mesa electoral, la presencia es obligatoria en caso de ser elegidos, y tener una reserva o billete de avión no es un motivo legal para eximirnos. El reglamento es rígido y claro, pero el Gobierno estaría barajando un cambio.

El cambio en la ley electoral

El Gobierno está estudiando una opción que prevé un pequeño cambio en la actual ley electoral para eximir de las mesas electorales a aquellos que ya tengan contratadas unas vacaciones. El Ministerio de Turismo se ha puesto manos a la obra para ver de qué forma puede presentar dicha propuesta a la Junta Electoral.

El año pasado, en las fechas elegidas para las elecciones generales, había 19 millones de personas de vacaciones. Es un tema que preocupa y mucho al actual Gobierno, que es consciente de que más de medio millón de personas tendrá que ser mesa electoral.