Cómo superar la ruptura con una pareja a la que sigues queriendo

Romper siempre es doloroso pero todavía se complica más cuando los sentimientos siguen ahí

El amor no siempre es suficiente para tener una buena relación

Cómo superar la ruptura con una pareja a la que sigues queriendo

Cómo superar la ruptura con una pareja a la que sigues queriendo

Sandra Artuñedo

Sandra Artuñedo

A veces el amor no lo puede todo. Estás con la persona que crees ideal para ti, os queréis mucho y no ha pasado nada 'extremadamente grave' que sirva como excusa para justificar que la relación ha entrado en un bucle de ira del que no se puede salir. Ninguna de las partes puede continuar así y algo en tu interior te dice que debes poner fin a tu relación aunque sigas amando a tu pareja.

Las dudas y los miedos pueden ser tan difíciles de afrontar que el dolor se vuelve casi físico. Marcharte de un lugar sin quererte ir es doloroso y va en contra de nuestra naturaleza sentimental. Aceptar que no compartirás más tus días con esa persona, a pesar de que el amor sigue ahí, y asumir que no es suficiente para tener una relación sana, tranquila y estable.

Estas situaciones suelen darse porque a veces los proyectos vitales no son los mismos: tu planeas un futuro en el extranjero y tu pareja tiene otra visión, tu querrías tener hijos y tu pareja no sueña con ello, necesitas cosas nuevas y tu pareja está bien así... pequeños desacuerdos que pueden crear una bola que irá demoliendo la relación.

Es importante encontrar el equilibro entre ambos para que esto no suceda, pero si a pesar de intentarlo no es posible, deberás armarte de valor para aceptar que la persona que tienes a tu lado no puede proporcionarte la vida que quieres, sin que una de las dos partes sacrifique sus metas. Ahí te das cuenta de que el amor es importante, pero no es lo único necesario.

Como en todas las rupturas, la grieta no se abre de un día para otro, durante un tiempo la inercia de la pareja va cambiando y esa etapa que podría ser solo un bache, si no se soluciona puede llegar a eclipsar toda la relación. Llega un momento en que la situación es insostenible y por más que quieras, tu felicidad se apaga.

En ese punto a pesar de la frustración, debes reunir fuerzas para despedirte de tu pareja irte, encontrarte y empezar de nuevo, porque la vida comienza muchas veces. Las rupturas siempre son complicadas, pero todavía más si ambas partes continúan queriéndose. Para hacer el proceso más llevadero, la psicóloga Jennice Vilhauer ha explicado en Psicology Today los cinco pasos que dar cuando rompes con una pareja a la que todavía amas.

Deja las fantasías

A veces idealizamos a nuestras parejas y eso hace que la ruptura cueste mucho más. Deja de recordar los buenos momentos, no se trata de eliminarlos ni tratar de desprestigiarlos, siempre serán parte de los buenos momentos de tu vida pero ahora debes céntrarte en la realidad: recuerda los motivos que os han llevado a esta situación, trata de comprender y no te refugies en el enfado.

Tu mente trata de curar a tu corazón, por eso cuesta tanto no echar de menos los momentos que habéis compartido. Una buena estrategia, según Vilhauer, para superar estos momentos es contrarestar la nostalgia anotando las cosas dolorosas que sucedieron durante la relación, leételas a ti mismo mientras haces el esfuerzo de rememorar hasta que puedas ir aceptando el dolor. Es importante no dejarse llevar por la ira, recuerda la verdad completa, de ambas partes, sobre por qué la relación terminó. Con esto, aceptarás la ruptura y luego llegará la calma y el perdón.

Actúa con calma. No te dejes llevar por la ira

Es importante aprender a perdonar. Para sanar el primer paso es aceptar y sea lo que sea lo que os ha llevado al punto de romper la relación, lo mejor es asumirlo con visión crítica sin dejarse gobernar por el enfado. Una ruptura es una situación muy vulnerable, sobre todo, para el que recibe la noticia: intenta no hacer daño al otro, porque os seguís queriendo y ha sido alguien importante de tu vida.

Intenta compartir su perspectiva, empatiza y abre la posibilidad de una conversación de despedida en la que seais capaces de recordar los aspectos positivos de la relación y abandonar los reproches. Acabar bien una relación te traerá calma para sobrellevar la ruptura.

No corras por ser amigos

Lo de ser amigo de tu ex suena muy correcto, pero al principio, cuando la ruptura es reciente y la herida está abierta, no es posible. Duele mucho sacar de tu vida a una de las personas más importantes y en ese proceso debes cuidar de ti mismo.

El tiempo todo lo cura, un tópico más que utilizado y una gran verdad, si hacéis bien este proceso el tiempo decidirá si en un futuro podéis ser amigos y tener contacto. Ahora tú mismo debes aprender a ser tu mejor amigo y mientras tanto tendrás que descubrir una nueva forma de relacionarte con tu ex pareja.

¿Por qué no seguir queriéndose?

El amor nunca está mal pero hay que saber reconocer que el amor por sí mismo no siempre es suficiente para que una relación funcione. Existen otros factores, como el momento vital, los valores incompatibles o las decisiones que tomamos, que juegan un papel fundamental a la hora de mantener una pareja.

Según Vilhauer, la única manera de dejar ir es amar a alguien lo suficiente como para querer lo mejor para ella, incluso si eso significa no estar juntos. Pero el amor no tiene porque perderse, cambia y evoluciona con el paso del tiempo. El dolor insufrible que sentimos al romper con nuestra pareja se debe a la pérdida, pero es importante saber que los recuerdos con esa persona nunca nos los podrán arrebatar y una parte de ella pasará a formar parte de nuestra personalidad.

Quiérete más a ti mismo

Tu autoestima necesita que la mimes. Es un tópico, pero es verdad. En medio de una ruptura debes quererte a ti mismo, y colocarte como tu principal prioridad -sin que eso conlleve herir a la otra persona-. Has dejado a la persona a la que amas porque necesitas priorizarte a ti mismo y ahora toca enfrentarse al dolor. No te castigues, aprende a perdonarte por los errores pasados, reflexiona sobre qué hiciste mal durante tu relación y aprende de ello, deja de culparte y sobre todo olvida los reproches.

Las emociones negativas solo atrasarán el proceso de curación, céntrate en lo positivo y en el aprendizaje que te ha aportado esa relación.