Cómo prevenir y tratar las cicatrices de la viruela del mono en la piel

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha confirmado a día de hoy 40.363 casos de viruela del mono en todo el mundo, una cifra bastante elevada para una enfermedad que hasta el momento, no había protagonizado brotes fuera de África de un tamaño tan grande. Estos casos se han registrado en 86 países, contabilizándose tan solo 12 fallecidos debido a que la variante que circula en Occidente es la menos grave.

Ahora bien, ¿cómo podemos prevenir las lesiones cutáneas que caracterizan a la viruela del mono? Y si bien no se logran prevenir, ¿cuál es su tratamiento? Los expertos lo tienen claro:

• Hay que cubrir las lesiones en su fase activa, porque son contagiosas hasta que la erupción se haya curado por completo.
• En algunos casos, los pacientes desarrollan cicatrices deprimidas o atróficas que se parecen a las que se observan tras una infección de varicela o con acné severo. En este caso, lo mejor es cuidar la piel, hidratándola correctamente y limpiándola con jabones de pH neutro sin frotar.
• En caso de picor extremo, solicitar cita con dermatología para que te receten un corticoide tópico.
• No frotar las lesiones: si se hace, la probabilidad de cicatriz es mayor.
• Utilizar protección solar cuando no tenemos las lesiones activas.

En definitiva, los consejos para evitar lesiones a posteriori de la viruela del mono no difieren tanto de un cuidado de la piel diario. Una buena hidratación, el uso de jabones sin perfume y corticoides tópicos para el picor bastará para reducir la probabilidad de lesiones y manchas.