Médicos chinos aseguran que la variante Ómicron es mucho más que "una gripe fuerte"

Europa ya ha superado la oleada de casos de Covid-19 provocada por la variante Ómicron, pero esta nueva cepa no ha hecho más que llegar a China. Este país, que llevaba casi dos años con la pandemia controlada de forma oficial, se enfrenta ahora a una crisis sanitaria sin precedentes que recuerda a los comienzos de la enfermedad en la ciudad de Wuhan.

Han regresado los confinamientos masivos a urbes como Shanghai, y los expertos comienzan a estar muy preocupados. Liang Wannia, por ejemplo, asegura que "los rebrotes de la variante ómicron no deberían ser gestionados como un brote de gripe". A diferencia de nuestro continente, en el que los Gobiernos ya han gripalizado la Covid-19 y la tratan como una enfermedad endémica sin restricciones, en Asia la situación es radicalmente diferente.

"El virus muta de forma constante, no sabemos si sus mutaciones serán más perjudiciales, lo que sería un grave riesgo para la salud", confiesa Liang Wannia, quien anima a China a mantener su política Covid cero manteniendo fronteras cerradas al exterior y poniendo en cuarentena estrictas a las ciudades más afectadas.