Mario Picazo pronostica una semana de cambios: desplome de temperaturas y precipitaciones

El país está sufriendo un verano con unas temperaturas muy elevadas

España está viviendo la cuarta ola de calor

Un hombre pasea bajo la lluvia

Un hombre pasea bajo la lluvia / Carsten W. Lauritsen

España está sufriendo un verano con unas temperaturas muy elevadas, superando los 45 grados en varios puntos del país. Los expertos ya advirtieron que el mes de agosto también sería más caluroso de lo habitual, y se está cumpliendo.

La AEMET anunció la cuarta ola de calor que empezó el pasado domingo 20 de agosto y está previsto que se alargue hasta el jueves 24. El fenomeno atmosférico afecta a la mayor parte de la Península aunque las zonas más afectadas será el cuadrante nordeste peninsular y las cuencas de los grandes ríos.

Mario Picazo ha explicado que hay avisos naranjas por máximas de más de 40 grados en Andalucía occidental, el oeste y este de Castilla La Mancha, Extremadura, el sur de Madrid, Aragón, Navarra y el oeste y nordeste de Cataluña.

Además, se esperan noches tropicales por encima de los 20 grados e incluso podrían superarse los 23-25 grados en una docena de capitales, sobre todo las más cercanas al Mediterráneo y Atlántico.

Picazo advierte que a finales de la semana habrá un importante cambio en el tiempo: "Este cambio de rumbo se debe a la llegada de una masa de aire mucho más fría. Esta nos va a acompañar durante gran parte de la semana y la presencia de nubes y precipitaciones, junto con vientos más intensos, harán que notemos un notable alivio térmico".

El meteorólogo ha explicado que habrá un descenso importante de las temperaturas que se notará, sobre todo, a partir del domingo. Por ejemplo, en Madrid están ahora cerca de los 40 grados, y se espera que la semana que viene caigan hasta los 25-26 grados.

Este aire más frío está "impulsado por una profunda borrasca Atlántica" que despedirá poco a poco el aire cálido de origen africano y provocará que haya menos horas de insolación.

El fin de semana estará marcado por nubes y lluvia además de "precipitaciones locamente intensas y tormentosas" que afectarán principalmente a las comunidades del Cantábrico, los Pirineos, a otras zonas del nordeste peninsular. También a las zonas del Sistema Ibérico, las costas del Mediterráneo norte y Baleares.