Limón y clavos en la nevera: si aún no haces este truco es porque no lo conocías

Elimina un problema muy frecuente en todos los frigoríficos de los hogares

Una nevera

Una nevera

Pedro Francés

A quién no se le ha pasado un alimento más de la cuenta en la nevera, apareciendo el temible moho y los malos olores. A quién no se le ha derramado algún líquido o salsa, que al quedar mal limpiado termina impregnando el frigorífico de un aroma indeseado. A quién no le pasan estos u otros percances en su casa. Es tan natural como el deseo de querer solucionar el problema una vez ocurre. Por eso no está de más conocer el truco del limón y los clavos en la nevera, que sorprenderá a todo el que lo pruebe.

No es nada agradable abrir la nevera y que salga ese tufillo a alimento podrido, a pescado pasado o a leche cortada. Máxime cuando, por mucho que retiremos el foco del mismo, el mal olor persiste y persiste y no hay forma de acabar con él. Es el momento de recurrir a algún truco de siempre, a alguna fórmula de esas que descubrieron nuestras abuelas o que se ha sacado de la chistera algún experto o experta en cuestiones del hogar, que cada vez abundan más en las redes sociales.

El caso es que casi todo puede tener solución. Y los malos olores en la nevera por supuesto que la tienen. Por muy intenso que sea el tufo que suelta aquello que se nos ha pasado en la nevera. Porque partamos de la base de que en un frigorífico donde se guardan alimentos para una familia completa, y más cuanto más numerosa es, lo normal es que haya algo que acabe en el olvido y pudriendo entre moho.

No obstante, siempre es bueno recordar y partir de la premisa de que lo más aconsejable es ajustar la compra a nuestras necesidades y acordarse de terminar los productos que abrimos. Desechar o tirar comida, porque se haya perdido o por cualquier otra cuestión, es algo insostenible. Aunque siempre tendremos despistes y nos pasará, por mucho que intentemos que no ocurra.

Es por ello lo frecuente de enfrentarse al nunca deseable mal olor en el interior de la nevera. Para mantener en buen estado el frigorífico y que no desprende aromas fuera de lo normal hay varios trucos, alguno de ello singular. Es el caso de la fórmula del papel higiénico.

Nadie se lo imaginaría, pero introducir un rollo de papel higiénico en el interior de la nevera tiene un efecto positivo y muy eficaz. Solo hay que empaparlo en una solución de agua y bicarbonato sódico. De esta forma, atrapará los malos olores.

Pero hay más soluciones, quizás tan desconocidas aunque puede que no tan estrambóticas. Una de ellas es la que te vamos a contar a continuación en este artículo y para la que únicamente necesitarás un limón y clavos de olor, una especia que es fácil de encontrar. Con los clavos y el cítrico más popular podrás solventar el problema de malos y persistentes olores en tu frigorífico.

Una de las variantes, la más sencilla, consiste en introducir un vaso con zumo de limón en el interior de la nevera. Esto puede bastar para ambientar de forma agradable el interior del electrodoméstico y que no atufe al abrir su puerta.

La otra, que sí requiere de los dos elementos, consiste en poner en un plato o en un recipiente abierto el limón partido en dos, e incrustar en las dos mitades los clavos de olor. De esta forma fabricarás un potente ambientador casero que eliminará cualquier rastro de malos olores en la nevera.

En cualquier caso, trucos caseros y tradicionales aparte, lo fundamental siempre es evitar en lo posible que se nos pasen o pudran alimentos en la nevera, tratar de consumirlos en tiempo y no olvidarnos del stock perecedero. Y, por supuesto, mantener una limpieza frecuente de la nevera. Pues si no eliminamos los focos de los malos olores de nada nos servirán los trucos que los disipan.