El límite de fallos que puedes tener en la ITV si quieres superarla

La seguridad vial depende en gran medida del estado de los vehículos, y es responsabilidad de cada propietario mantener su automóvil en buen estado. La Inspección Técnica de Vehículos es un requisito obligatorio para los coches a partir del cuarto año, y su objetivo es garantizar que los vehículos sean aptos para circular.

La ITV puede generar cierta aprehensión entre los conductores, ya que la detección de una falta grave podría requerir reparaciones inmediatas. Sin embargo, según la Dirección General de Tráfico, la mayoría de los vehículos superan la inspección a la primera, con un informe favorable que respalda la seguridad de sus sistemas y componentes.

El botón mágico de tu coche para superar la prueba de gases de la ITV con éxito

Durante la ITV, los operarios evalúan los vehículos en busca de defectos que se clasifican en tres categorías: leves, graves o muy graves. Solo se aprueba la inspección si los fallos encontrados son considerados leves, es decir, aquellos que no afectan directamente a la seguridad o emisiones contaminantes. Estos fallos deben ser corregidos posteriormente para evitar que se conviertan en problemas graves en futuras revisiones.

En caso de detectar fallos graves, el vehículo solo puede circular hasta el taller para su reparación y luego debe someterse a una nueva inspección en un plazo máximo de dos meses. Por otro lado, los defectos muy graves impiden que el vehículo sea utilizado y requieren que sea remolcado hasta el taller para su reparación. También existe un plazo de dos meses para corregir dichos defectos.