Así funciona el fraude del IVA en el diésel que ha afectado al 25% de ventas de combustible

El fraude del IVA en la venta de combustibles ha sido un problema creciente para las arcas públicas desde hace aproximadamente una década. En lugar de disminuir, la estafa ha alcanzado nuevos picos. Según el sector de los carburantes, en el primer trimestre de 2024, el fraude llegó a niveles alarmantes, con hasta un 25% del combustible vendido en España evadiendo el control de Hacienda. Esto significa que, aunque el ciudadano pagó el 21% de IVA al repostar, una parte significativa de esa recaudación nunca llegó a las arcas del Estado.

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El impacto de este fraude no es reciente. En la última década, ha dejado un agujero profundo en la recaudación de impuestos, sumando pérdidas de cientos de millones de euros. Un informe de la consultora KPMG revela que entre 2013 y 2022 se vendieron al menos 26.000 millones de euros en diésel y gasolina fuera del control fiscal. Esta cifra ilustra la magnitud del problema y el desafío que representa para la administración pública.

Las consecuencias de este fraude son múltiples. No solo se pierde una cantidad significativa de ingresos fiscales que podrían destinarse a servicios públicos esenciales, sino que también se crea una competición desleal en el mercado de combustibles. Las empresas que cumplen con sus obligaciones fiscales se ven en desventaja frente a aquellas que participan en estas prácticas fraudulentas, distorsionando el mercado y afectando a la economía en general.

Para abordar esta situación, es crucial que las autoridades intensifiquen las medidas de control y supervisión en la venta de combustibles. Además, se necesita una colaboración más estrecha entre el sector privado y las autoridades fiscales para detectar y prevenir estas prácticas. Solo a través de un esfuerzo conjunto se podrá reducir el impacto del fraude del IVA en los combustibles y asegurar una recaudación justa y equitativa.