Estas enfermedades son las que más posibilidades dan de cobrar una pensión de incapacidad permanente

Este tipo de pensiones son las terceras más numerosas en España

Se benefician de ellas más de 950.000 personas

Cuánto te queda de pensión si nunca has cotizado

Cuánto te queda de pensión si nunca has cotizado

Sport.es

Todas las personas que forman parte de este grupo de individuos que cobran la pensión por incapacidad permanente sufren algún tipo de dolencia que influye en gran medida sobre su vida. Es decir, han podido demostrar que su estado de salud hace que les sea imposible cumplir cualquier función en una empresa o realizar las tareas del día a día.

A pesar de que pueda parecerlo, el motivo de la incapacidad no es lo más crucial a la hora de determinar si se puede acceder o no a la pensión. Este concepto viene determinado por el hecho de que existen enfermos y no enfermedades. Esto es algo que respalda la Seguridad Social, debido a que no hay un listado claro de enfermedades que den derecho a la incapacidad permanente.

La razón para ello es bastante simple: una enfermedad puede afectar de manera distinta a diferentes individuos, de forma que puede ser mucho más severa para ciertas personas. A pesar de esta incertidumbre, si que se puede generar una lista de enfermedades con las que se ha concedido un mayor número de pensiones de estas características. Son las siguientes:

  • Alergología: Dermatitis.
  • Aparato digestivo: Colitis ulcerosa, Enfermedad de Crohn, Obesidad mórbida, Pancreatitis crónica.
  • Cardiología: Arterioesclerosis, Cardiopatías, Miocardiopatías.
  • Enfermedades cardiovasculares: Aneurisma, Arteriopatías, Fibrilación auricular, Hipertensión pulmonar, Infartos agudos de miocardio, Insuficiencia mitral, Síndrome Wolf-Parkinson-White., Taquicardias, Tetralogía de Fallot.
  • Enfermedades psíquicas: Adicción a las drogas, ludopatía o alcoholismo, Agorafobia, Depresión, Esquizofrenia, Límite de personalidad o por estrés postraumático, Síndrome Burnout, Trastornos de ansiedad, Trastorno bipolar, Trastorno obsesivo compulsivo.
  • Medicina interna: Fibromialgia, Lupus eritematoso sistémico, Sensibilidad química, Síndrome de fatiga crónica.
  • Nefrología: Insuficiencia renal crónica, Trasplante de riñón.
  • Neumología: Apnea del sueño, Asma profesional u ocupacional, Enfermedades respiratorias provocadas por amianto, Enfisemas, EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica), Sarcoidosis.
  • Neurología: Alzheimer, Charcot-Marie-Tooth, Demencia, Esclerosis múltiple, Ictus, Miastenia gravis, Migrañas, Neuropatía periférica, Parkinson, Síndromes Arnold Chiari, de Lambert-Eaton y Post Polio, Traumatismos craneoencefálicos.
  • Oncología: Cáncer de mama, Cáncer de pulmón, Cáncer de recto.
  • Otorrinolaringología: Hipoacusia, Síndrome de Ménière.
  • Reumatología: Artritis reumatoide o psoriásica, Enfermedad de Behcet, Espondilitis anquilosante, Fatiga crónica, Fibromialgia.
  • Traumatología: Enfermedad de Perthes, Gonartrosis, Hernia cervical, Lumbalgia, Patologías graves de la mano cadera, hombro, codos o pies, Síndrome cola de caballo.