No digas adiós a tus calcetines viejos: así los puedes reaprovechar (y fliparás con el resultado)

Ni hay que acumular ropa vieja en casa por encima de nuestras posibilidades, llenando armarios y cajones y rebosando el espacio disponible

Los calcetines son una prenda de vestir que sufren mucho desgaste

No digas adiós a tus calcetines viejos: así los puedes reaprovechar (y fliparás con el resultado)(2)

No digas adiós a tus calcetines viejos: así los puedes reaprovechar (y fliparás con el resultado)(2) / AGENCIAS

Pedro Francés

Ni hay que acumular ropa vieja en casa por encima de nuestras posibilidades, llenando armarios y cajones y rebosando el espacio disponible, ni tampoco hay que tirar a la basura todo lo que desecha. Algunas prendas pueden tener una segunda vida, con la que te pueden ayudar a funciones que jamás te imaginarías. Y es el caso, por ejemplo, de los calcetines viejos.

Los calcetines son una prenda de vestir que sufren mucho desgaste. Es habitual que acaben raídos, rotos o llenos de tomates. Algunos incluso alargan su vida útil para vestir sus pies más de la cuenta, siguiendo utilizándolos incluso cuando les salen uno o dos dedos por las roturas o los descosidos.

Cuántas veces hemos escuchado en casa aquello de: "¡Por Dios! Tira de una vez esos calcetines a la basura". Y no les falta razón a quienes lanzan esa advertencia, porque llevar puestos unos calcetines rotos es incluso hasta incómodo, más allá de lo antiestético que resulta.

Sin embargo, a partir de ahora, si alguien te lanza esa apreciación rajando de tus calcetines viejos y raídos, podrás responderle: "¡Tengo una idea mejor que tirarlos a la basura!". Porque sí, más allá de su función como vestimenta, los calcetines que ya están para su retirada pueden tener una segunda función. Y da igual que tengan uno, dos o diez tomates. Sirven de cualquier manera.

De hecho, te sorprenderá el resultado del segundo partido que le puedes sacar a tus calcetines. Se trata de uno de esos muchos trucos caseros del hogar que tanta gente desconoce y que, sin embargo, nos pueden facilitar la vida de forma muy económica y reciclando elementos que ya tenemos en casa, sin necesidad de tener que ir a comprar y gastar dinero en el supermercado o en una tienda.

Las persianas son uno de los elementos de la casa que se encuentran más expuestos, al tener contacto con el exterior además de con el interior del hogar. Esto implica que tengan facilidad para acumular suciedad, especialmente en zonas urbanas donde hay mucho tráfico de coches y más contaminación en el aire. Así, resulta muy sencillo que las persianas acaben más pronto que tarde adquiriendo un color negruzco y dejando de estar blancas impolutas.

Además, por su estructura, suponen un gran quebradero de cabeza a la hora de limpiarlas. ¿Cómo hago para limpiar la totalidad de la persiana por fuera y por dentro sin morir en el intento? ¿Cuál es el mejor material y el mejor producto para que mis persianas queden como nuevas? En definitiva, una tarea del hogar nada fácil y muy poco deseada.

Es en este punto donde los calcetines viejos pueden erigirse como grandes aliados. Y se les puede dar una segunda vida que te ayude, al mismo tiempo, a mantener las persianas de tu casa lo más limpias posible. Dos por uno, y gratis. Casi nada.

¿Qué hay que hacer? Simplemente, usar el calcetín viejo como paño para limpiar las persianas. Además, resulta muy cómodo porque se puede calzar en la mano a modo de manopla, y repasar así las lamas ennegrecidas de la persiana. El calcetín por mucho tomate que tenga, atrapará la mayor cantidad de suciedad posible.

Además, es versátil. Si la apertura entre las lamas es muy estrecha e inaccesible usando el calcetín como manopla, se puede enfundar una espátula con la vieja prenda para llegar a esos huequecitos donde la mano no entra. Entonces, habrás dado una segunda vida a tu viejo calcetín antes de desecharlo definitivamente. Reciclar para ganar, una máxima que deberíamos aplicar cada vez más, también por el bien de nuestro planeta.