El daño pulmonar sigue estando presente un año después de pasar la neumonía por COVID-19

Una de las complicaciones más graves de la COVID-19 es la neumonía bilateral, una infección que inflama los sacos aéreos de ambos pulmones, complicando así la vida del paciente. En algunos casos, conlleva la muerte; en otros, y gracias a los antivirales que se han ido comercializando durante los últimos meses, se puede revertir. Eso sí, el Clínico San Carlos de Madrid ha concluido que un año después de esta patología, un tercio de sus pacientes aún presentan secuelas en forma de daño pulmonar.

El Servicio de Neumología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid ha llegado a la conclusión de que las secuelas pulmonares a largo plazo en supervivientes de la COVID-19 persisten 12 meses después de sufrir neumonía derivada de la enfermedad. El estudio se ha realizado en base a 300 adultos que sobrevivieron en la primera ola y que fueron atendidos en el citado hospital.

Myriam Calle Rubio, investigadora principal del trabajo y jefa del Servicio de Neumología de este centro, asegura que "es el primer estudio que profundiza en los efectos a largo plazo, sobre los cambios en los síntomas, la función pulmonar y la radiología torácica en pacientes con infección grave e infección leve-moderada un año después de la infección".

En este sentido, la disnea y la tos persistían 6 meses después de la infección en más de la mitad de los pacientes, mientras que un tercio de ellos presentan alteraciones radiológicas de fibrosis y afectación en la función pulmonar. Cifras parecidas que repiten al año de la enfermedad: un tercio presentaba deterioro de la difusión pulmonar y anomalías en las imágenes radiológicas.