Consejos para evitar el dolor de cervicales en el gimnasio

El cuello es una de las zonas más comprometidas cuando realizamos ejercicios de fuerza en el gimnasio

En SPORT te contamos algunos consejos para evitar este tipo de dolores

Las contracturas cervicales y el bruxismo pueden producir acúfenos

Las contracturas cervicales y el bruxismo pueden producir acúfenos

Aunque el dolor de las articulaciones es el más común en el gimnasio, la zona cervical suele acarrear algunos problemas si no se tiene el cuidado correcto. Por este motivo, hoy te contamos algunos consejos para evitar las molestias.

UN BUEN CALENTAMIENTO

Como en la mayoría de las disciplinas deportivas, es muy importante un buen calentamiento antes del entreno para evitar sustos o posibles pinchazos. Es imprescindible una rutina en la zona cervical para activar la musculatura para que esté lista para la 'acción'.

Los movimientos más recomendados para el cuello son simples: de arriba a abajo e izquierda a derecha, y después podemos incluir movimientos circulares durante unos segundos. De esta manera, todas nuestras cervicales se empezarán a despertar.

Otros que nos pueden ayudar, aunque no parezcan directamente relacionados con las cervicales, son ejercicios para los hombros. Unas cuerdas o una simple pared pueden ser muy útiles.

LA POSICIÓN DEL CUELLO

Muchas personas que experimentan dolor cervical es debido a una mala colocación en los ejercicios. Cabe recordar que el cuello acumula mucha tensión, y por este motivo debemos tratar de mantenerlo siempre en una posición neutra.

Cuando realizamos ejercicios de press en máquina, nuestro cuello debería estar siempre apoyado al banco o a una base, de este modo evitaremos tensionar de más la zona y evitar molestias y dolores.

MASAJES Y FORTALECIMIENTO

Otra cosa que debemos considerar son los ejercicios para fortalecer nuestro cuello y ayudar a no sufrir episodios de dolor. Cuanto más resistente y fuerte sea la zona cervical, menos problemas vamos a experimentar.

Por otro lado, se aconseja también realizar masajes y sesiones de fisioterapia para aliviar la zona de manera localizada. Con la ayuda y las manos de un profesional, se puede experimentar una mejora considerable.