La cita más incomoda de la historia de 'First Dates': "la carne es pecado"

Una cita paralela donde cada uno ha vivido una experiencia

Rosa ha acudido a 'First Dates' para volver a encontrar el amor

La cita más incomoda de la historia de 'First Dates'

La cita más incomoda de la historia de 'First Dates'

First Dates tiene como principal finalidad que sus participantes encuentren el amor o, al menos, empiecen a buscarlo. Con tantas citas a ciegas pasando por sus mesas, lo más probable es que alguno de los encuentros salga bien y que otros salgan francamente mal.

'First Dates' es un programa presentado por Carlos Sobera. Se estrenó en 2016, y tanto ha sido su éxito que ha sido proclamado como un programa de referencia de Cuatro. Los espectadores pueden disfrutarlo de lunes a viernes a las 21:05 horas.

Los comensales son los que se presentan delante de las cámaras, casi sin ningún tipo de filtro ni contraste. Y es que algunas historias son tan asombrosas que cuesta creer que sean verdad. 

El programa junta a parejas en una cita a ciegas. Estos participantes mantendrán una conversación durante la cena en la que se conocerán y verán si realmente son compatibles o no. Al final del encuentro, decidirán si han tenido gustos afines y quieren seguir conociéndose, o si, por lo contrario, prefieren no saber nada el uno del otro.

Rosa ha venido a 'First Dates' para volver a encontrar el amor, su marido falleció hace 4 años: era el amor de su vida y hasta el momento no ha vuelto a fijarse en nadie más, por eso ha venido al restaurante de 'First Dates'. En su cena se ha encontrado con Juan, que también había perdido a su mujer recientemente, hace 1 año.

Parecía que quizás desde la herida podían entenderse pero han tenido una cita paralela. Juan se ha quedado prendado de Rosa nada más verla, y ella ha tenido una cita 'tierra trágame'. "Las conversaciones son muy raras con él" decía Rosa a las cámaras, mientras Juan ya estaba haciendo planes de futuro con el próximo amor de su vida.

Rosa no entendía nada de lo que le contaba, pero todavía se ha quedado más impactada, cuando Juan ha empezado a hablar de la Biblia y le ha espetado: "la carne es pecado, tú eres mi rosa, Rosa".

La mujer no sabía donde meterse, y después de una cena en la que ha intentado aguantar la compostura, en la decisión final lo ha tenido claro: no quería una segunda cita.