La cita más espiritual de 'First Dates' cambia un beso largo por un abrazo: "Veo mucha luz"

Mar ha venido al programa buscando a alguien muy espiritual

Y Juan ha cumplido con sus expectativas mostrándole su luz

La cita más espiritual de 'First Dates' cambia un beso largo por un abrazo: "Veo mucha luz"

La cita más espiritual de 'First Dates' cambia un beso largo por un abrazo: "Veo mucha luz"

First Dates tiene como principal finalidad que sus participantes encuentren el amor o, al menos, empiecen a buscarlo. Con tantas citas a ciegas pasando por sus mesas, lo más probable es que alguno de los encuentros salga bien y que otros salgan francamente mal.

'First Dates' es un programa presentado por Carlos Sobera. Se estrenó en 2016, y tanto ha sido su éxito que ha sido proclamado como un programa de referencia de Cuatro. Los espectadores pueden disfrutarlo de lunes a viernes a las 21:05 horas.

Los comensales son los que se presentan delante de las cámaras, casi sin ningún tipo de filtro ni contraste. Y es que algunas historias son tan asombrosas que cuesta creer que sean verdad. 

El programa junta a parejas en una cita a ciegas. Estos participantes mantendrán una conversación durante la cena en la que se conocerán y verán si realmente son compatibles o no. Al final del encuentro, decidirán si han tenido gustos afines y quieren seguir conociéndose, o si, por lo contrario, prefieren no saber nada el uno del otro.

Juan es artista, vive en Canarias y todo lo vive con pasión e intensidad. Mar ha viajado mucho y se considera muy espiritual, ha vivido sobre ruedas desde hace muchos años y es artesana, aunque se encuentra "en un cambio profundo de rumbo". Juan también crea, trabaja la forja y crea piezas con el hierro, tiene una hija de 20 años que vive con él.

Hablando de la edad, Juan le ha echado más años a Mar que tiene 36 años y él se ha pasado de largo: "Tú tienes 43 años seguro", pero ella no se lo ha tomado mal. En el amor, Juan se define como alguien apasionado: "somos amor lo que pasa es que nos desconectamos", ha afirmado. Conectar es algo imprescindible para él: "el sexo sin amor es práctica del demonio" le ha dicho el canario.

Para Mar una de las prioridades es el silencio, y Juan es muy hablador pero no ha sido un gran problema porque los dos solteros han sabido "encontrar su luz". En la sala del amor, las pruebas del programa les han invitado a darse un beso largo, pero ellos han preferido abrazarse para conectar y ha resultado efectivo, porque en la decisión final lo tenían claro: se vuelven de la mano para Canarias.