Consigue una cerveza bien fría con este sencillo truco casero

Quedan pocos días para la llegada de junio, y las temperaturas comienzan a subir en nuestro país. Con la aparición del buen tiempo comienzan a surgir las terrazas, y muchos españoles aprovechan para disfrutar de una cerveza bien fría. Esta bebida es una de las opciones preferidas de los ciudadanos, que combaten el calor y disfrutan con sus seres queridos.

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No obstante, cuando intentamos disfrutar de una cerveza fría en casa es posible que nos hayamos olvidado de haberlas puesto en la nevera previamente. Afortunadamente, hay un truco para poder disfrutar de una cerveza fría en pocos minutos. No necesitas más que un recipiente amplio, agua, hielo, sal y la cerveza que quieras refrescar.

En primer lugar, tienes que colocar las latas en el recipiente y llenarlo de agua. Después, añade los hielos y por último, la sal. Este ingrediente es fundamental, puesto que es el encargado de provocar una reacción endotérmica que enfría la cerveza rápidamente.

Para que la sal se disuelva en el agua necesita calor, y al estar rodeada de hielo, buscará absorber el calor de las latas. De esta forma, se enfriarán mucho más rápido de lo que lo harían sin sal en el recipiente. Cuantas más latas quieras enfriar a la vez, más lento será el proceso.