El boicot a la ensaladilla rusa no tiene sentido, y Alberto Chicote lo explica

Por sorprendente que parezca, hay ciudadanos que comienzan a hacer boicot a la ensaladilla rusa, esa mezcla de patata, mayonesa y otras verduras (puede incluir también gambas cocidas, por ejemplo) que está deliciosa y que se convierte en el acompañante estrella en cualquier momento del año. Pero lo cierto es la invasión de Rusia a Ucrania ha provocado su rechazo. ¿Tiene sentido?

Alberto Chicote, cocinero y presentador de Pesadilla en la cocina, ha querido ofrecer luz al asunto con un mensaje en Twitter que deja bien claro que el boicot a la ensaladilla rusa carece de todo sentido: "para los que dudéis, la ensaladilla no es rusa".

Ahora la pregunta que te estarás haciendo es de dónde procede este plato que creías que era de Rusia, y nada más lejos de la realidad: la respuesta es simple, y está constatada históricamente.

A mitad del siglo XIX, una ensaladilla rusa contenía langosta, anchoas, cangrejo, aceitunas y mayonesa. La patata la incluían otros libros de recetas, pero en todos los casos, se trata de una receta francesa, no rusa. Por lo tanto, cualquier boicot que se realice es inútil, porque no estás perjudicando a la economía del Kremlin.