El Leverkusen presenta candidatura en Do Dragao

El Leverkusen golea al Oporto y pasa a octavos

El Leverkusen golea al Oporto y pasa a octavos / MEDIAPRO

Arnau Montserrat

El Leverkusen bailó al Oporto en su propia casa. Los dragones llegaban con la esperanza de regalar una remontada a su afición después de perder 2-1 en Leverkusen. Ni por asomo. Los dragones se fueron con dolor de cabeza a casa. El Bayer se encargó de regalar aspirinas después del mareo para meterse en el sorteo de mañana de octavos. De forma muy merecida.  

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Europa League

1
3
Alineaciones
Porto
Marchesin; Corona, Mbemba, Marcano, Telles; Otavio, Uribe (Soares 64'), Oliveira, Luis Díaz (Nakajima 29'); Marega, Zé Luís.
Leverkusen
Hradecky; Tah, Sven Bender (Dragovic 67'), Tapsoba; Lars Bender (Weiser 46'), Amiri, Demirbay, Sinkgraven; Diaby (Bailey 82'), Havertz; Alario.

Bien pronto borró el buen inicio de los dragones el equipo aspirina. De las botas de Demirbay nació el primero para los alemanes. Rotura de cintura a Telles sin tocar el balón, cañito para cederla a un Havertz que prolongó más al extremo para la llegada de Alario y su posterior definición batiendo a Marchesín.

La cara de Alario hacía indicar que estaba en fuera de juego. Él mismo se delataba. Lo que no sabía el del Leverkusen es que solo el brazo estaba por delante del último defensor con lo que el VAR corrigió la decisión de los colegiados para dar por válido el gol. El rostro le cambió por completo al argentino.

No encajó bien el gol el Oporto al que le entró el nerviosismo ante un bloque de Petr Bosz muy ordenado y con las ideas muy claras. Más de lo que esperaban incluso cuando llegaron a Porto. A los dragones no les salía nada. Para colmo Luis Díaz pedía el cambio tras una carrera donde se rompió en los isquiotibiales. Entraba Najakima.

Pero pese a los pocos sobresaltos que generó el conjunto local, tuvo el empate Otavio con un remate de cabeza que se marchó lamiendo el palo derecho de la portería de Hradecky. Pero lo que llegó fue el remate final a la eliminatoria del Leverkusen nada más reiniciarse la segunda mitad.

Un contragolpe que arrancó y finalizó Demirbay después de un fallo en el uno para uno de Diaby. Se hacía el silencio en Do Dragao consientes que la gesta se quedaba lejos de su alcance visto lo visto el apartado futbolístico. Meter cuatro goles era una utopía. No lo era tanto para un Bayer que no frenó y que con un Havertz sublime encontraban el tercero del partido.

Marega maquilló mínimamente la imagen. Demasiado tarde. La desesperación y el desquicio marcó el final del partido con una expulsión directa de Soares por un codazo innecesario. El baile, de bien seguro que dejó mareado a más de uno. En Leverkusen saben de aspirinas.