El Barça Lassa no levanta cabeza

El Barça comenzó muy bien pero acabó muy mal en Milán

El Barça comenzó muy bien pero acabó muy mal en Milán / EFE

Xavi Martínez Olivar

Xavi Martínez Olivar

Las alarmas se encienden en el nuevo proyecto del Barça Lassa. Tras un comienzo inmaculado con cinco victorias seguidas entre Liga Endesa y Euroliga, el colectivo de Sito Alonso ha entrado en una preocupante dinámica negativa, que con el KO de este jueves en Italia, le han llevado a sumar cuatro derrotas consecutivas (tres de ellas en Europa). En Milán, ante un Armani que no conocía la victoria y que no pudo contar con uno de sus referentes (Andrew Godelock) el conjunto barcelonista volvió a perder.

Un escenario que, si nos ceñimos a la Euroliga, deja a los azulgrana con un preocupante balance de 1-3. Y con una constatación: fuera del Palau, el Barça lleva perdidos -entre la pasada temporada y la presente- catorce de sus diecisiete partidos como visitante.

En duelo en la capital de la Lombardía fue la constatación de que el equipo ha entrado en una peligrosa espiral de falta de confianza y un exceso de ansiedad que complica aún más las cosas. Cuando el viento va a favor, todo perfecto. Cuando el guión de partido se tuerce comienzan a aflorar las dudas y nadie aparece para tirar del carro.

Los azulgrana ofrecieron su mejor versión en los primeros veinte minutos donde, pese a realizar demasiadas concesiones en defensa en el primer cuarto, casi siempre fueron por delante (17-22). Los mejores minutos de los de Sito Alonso llegaron en el segundo período cuando el equipo mejoró sus prestaciones atrás y contó con la inspiración de un clásico (Juan Carlos Navarro) en ataque. Los 11 puntos del capitán permitieron al Barça irse con un 19-34 en el luminoso.

La cosa pintaba más que bien. Pero el Barça sacó de improviso su cara B. Errores atrás, ataques sin criterio, pérdidas de balón y el Armani volvió a engancharse al partido. Un dato. En los últimos 4'50" del segundo cuarto los italianos firmarían un parcial de 20-5 (39-39 al descanso).

Un aviso de lo que sucedería en el segudno. El Barça perdió el rumbo en ataque y cada uno empezó a hacer la guerra por su cuenta -en especial Heurtel- con tiros lejanos y nula amenaza dentro (Oriola no aparecería en pista hasta el último cuarto).

Y el Armani no desaprovechó la ocasión.Con Kalnietis y Theodore (33 puntos entre ambos) y la ansiedad de un Barça por querer arreglar lo que él mismo se había complicado, el Armani se fue (74-65) y nada cambió los designios. El Barça se acostumbra a perder y cada derrota aumenta más la losa y la ansiedad. Mal asunto.