Dinamarca-Suecia: un amistoso que evoca el histórico 'biscotto' de 2004

Hace 20 años, Dinamarca y Suecia pactaron un empate que dejó a Italia fuera de los cuartos de final de la Eurocopa en Portugal

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Jon Dahl Tomasson, goleador aquella tarde en el Estadio do Bessa (2004)

Jon Dahl Tomasson, goleador aquella tarde en el Estadio do Bessa (2004) / EFE

Sebastián Vargas Rozo

Sebastián Vargas Rozo

Mientras Dinamarca -con el azulgrana Andreas Christensen como titular- busca este miércoles preparar la Eurocopa con un amistoso escandinavo ante Suecia (19.00H), su rival no está invitado a la cita continental al haberse quedado en el camino de la clasificación. Pero hubo una vez en la que ambas selecciones se plantaron en los cuartos de final del mencionado torneo, todo en un polémico partido que aún resuena por Italia y que rememora, 20 años después, uno de los arreglos más sonados del fútbol mundial.

Fue el partido que popularizó el término 'biscotto' -galleta en italiano- para referirse a un notorio resultado arreglado. Suecia, Dinamarca, Italia y Bulgaria estaban encuadradas en el Grupo C del torneo disputado en Portugal. Los transalpinos se complicaron la clasificación tras empatar ante los daneses 0-0 y contra los suecos 1-1, llegando a la cita final ante los búlgaros -ya eliminados- con urgencias más que evidentes. Ambos equipos escandinavos, por su parte, se enfrentaban entre sí para el cierre del grupo, teniendo ambos cuatro puntos, dos más que Italia.

UN GOL DE CASSANO QUE NO SIRVIÓ PARA NADA

El 22 de junio, simultáneamente con inicios a las 19:45 en Guimaraes y Oporto, ambos partidos comenzaban para definir los dos clasificados a cuartos de la Euro. Jon Dahl Tomasson no demoró en adelantar a los daneses antes de la media hora, pero Henrik Larsson, fichado por el Barça tras quel certamen, igualó de penalti.

En el Dom Afonso Henriques, Petrov daba la ventaja a los búlgaros y Simone Perrota igualó en el segundo tiempo. Dinamarca entonces resolvió volver a la ventaja, otra vez por obra de Tomasson, y a Italia le valía el triunfo para clasificarse. Pero en los minutos finales Jonson clavó el 2-2 para los suecos, haciendo insuficiente el también agónico gol de Cassano ante Bulgaria. La prensa italiana, entonces, acotó el término 'biscotto' para referirse a lo que ellos entendían como amaño. 

Estando las tres con cinco puntos, el 2-2 clasificó a suecos y daneses, dejando a Italia nadando en el mar de la impotencia. Para cuartos de final Dinamarca dijo adiós tras caer 3-0 ante República Checa, mientras Suecia se despidió en penaltis con los fallos de Ibrahimovic y Mellberg ante Países Bajos. Italia lo calificó como 'karma' en una herida que aún no cierra.