A romper con la historia

Mayúsculo e histórico. Dos adjetivos que definen a la perfección el reto que tiene la selección española por delante. Esta noche, el combinado nacional se mide a Inglaterra en los cuartos de final de la Eurocopa. Y tiene la oportunidad de superarse. No ha ganado nunca a una gran selección -solo a Canadá el pasado mes de febrero en el torneo amistoso de la Arnold Clark Cup- y solo ha pasado de cuartos de final una vez en competición oficial. Llegó a la semifinal, donde cayó ante Italia, en su debut en la Eurocopa en 1997, pero por entonces el formato era distinto y de la fase de grupos -de ocho equipos- se pasaba directamente a semifinales.

ESCENARIO PARA LAS INGLESAS

No será fácil afrontar este reto. Inglaterra lo tiene todo a favor, no solo para superar la eliminatoria sino también para ganar el torneo. Es ‘su’ Eurocopa. Juega en casa. Está llenando estadios. Y las ‘lionesses’ han hecho una fase de grupos impecable. Los números hablan por si solos: pleno de victorias, catorce goles a favor y ninguno en contra. Eso sí, juegan con una desventaja: sus rivales han mostrado un nivel inferior al esperado y en ningún momento han tenido que superar un contexto complejo. España, por individualidades, podría hacerlo.

PRECEDENTE IGUALADO

El último Inglaterra-España se disputó el pasado 20 de febrero en Norwich. Era la segunda jornada de la Arnold Clark Cup y el duelo finalizó con un empate sin goles. El cuadro de Jorge Vilda volvió a demostrar su personalidad ante una de las mejores selecciones del mundo pero quedó en evidencia la falta de pegada, la asignatura pendiente de España en las grandes citas y su principal dolor de cabeza en esta Eurocopa. Lauren Hemp para las inglesas y Athenea del Castillo para las españolas revolucionaron el partido en la segunda mitad y, aunque aumentaron las ocasiones de peligro, el gol se resistió.

LAS CLAVES

El juego de Inglaterra desde que empezó la competición el 6 de julio ha dado un salto de calidad. Su principal arma es el desequilibrio en las bandas. Tanto Lucy Bronze y Rachel Daly, en los laterales, como Beth Mead y Lauren Hemp, en los extremos, van sobradas de potencia física y calidad ofensiva y pueden ser letales para una España castigada por sus carencias defensivas en las bandas.

Si Inglaterra plantea el partido como Alemania, España deberá buscar el control del balón y moverlo con fluidez. Pero, sobre todo, aprovechar cada ocasión que tenga. Y, para ello, necesita a jugadoras desequilibrantes en los extremos, como Athenea o Cardona, y una delantera centro con el gol entre ceja y ceja. Puede ser la oportunidad para Pina o Amaiur.

En Inglaterra ya cantan el “It’s Coming Home”. Pero España quiere romper con la historia. Y tiene equipo para hacerlo.