Rubi se deja de experimentos

El cambio de sistema urdido por Joan Francesc Ferrer ‘Rubi’ en el Camp Nou no surtió el efecto esperado por el técnico de Vilassar. En su aire más ‘amarrategui’, el Espanyol sometió al Barcelona durante muchos minutos.

El horario y el solecito primaveral que lucía sobre la ciudad condal sumieron al partido en una profunda galbana que sólo Leo Messi se encargó de disipar.

Rubi prescindió de Wu Lei para desencanto de millones de compatriotas y optó por reforzar la defensa con un tercer central. 5-4-1 de manual con Borja Iglesias a lo Robinson Crusoe entre los centrales del eterno enemigo.

Regreso a los orígenes

No está para muchos experimentos la competición. Ni en casa ni con gaseosa. Desde Carnaval y ante el Valladolid, el Espanyol encadena tres encuentros cosechando disgustos. Los seis puntos con el descenso son un fino colchón, de esos que no te dejan conciliar un sueño placentero.

Todo parece indicar que Rubi volverá a su receta magistral. 4-3-3 y una alineación que la afición perica empieza a recitar de memoria.

Con respecto al Camp Nou, entrarían en el once Dídac Vilà, Sergi Darder, Hernán Pérez y Wu Lei. Suena a ‘topicazo’ a estas alturas de la temporada, pero el RCDE Stadium vivirá hoy una primera gran final. Enfrente, todo un ‘miura’ como es el Getafe. Los azulones llegarán a Cornellà con ansias de olvidar la derrota en el derbi madrileño ante el Leganés.

Conservar la plaza de Champions League es motivación suficiente para los entrenados por Pepe Bordalás. El entrenador alicantino ha desvelado que medita realizar algún retoque en su once respecto al del fin de semana, con el fin de oxigenar a un equipo que empieza a acusar el desgaste por la acumulación de partidos y por el estrés de mantener la cuarta posición.

El atacante Samu Saiz entra en la convocatoria de los azulones en sustitución del sancionado Mathieu Flamini.