La magia de Kubo enciende las alarmas en el Espanyol

Una obra maestra de Takefusa Kubo selló la victoria de la Real Sociedad ante un Espanyol (0-1) que cosechó su segunda derrota de la temporada y que ya está en zona de descenso.

El partido empezó con polémica. Poco más de un minuto lucía el luminoso que los pericos reclamaban un penalti sobre Alejo Véliz tras un choque con Hamari Traoré dentro del área, aunque el árbitro no vio infracción. Los locales salieron con todo en los primeros compases de encuentro, más enérgicos en la presión y con más fluidez en sus combinaciones, una versión antagónica a la que mostraron en la jornada inaugural de la liga.

El Espanyol no dejó de pisar el acelerador y Javi Puado tuvo la primera dentro del área, aunque el disparo se fue lejos. Los catalanes recuperaban la pelota con mucha velocidad pero les faltaba concretar algo más sus ocasiones arriba. Contestaron rápido los de Imanol Alguacil con un chut de Sergio Gómez, que buscó la escuadra con potencia pero sin mucha fortuna. La Real Sociedad empezaba a encontrar cada vez más espacios y a sentirse cómoda con el esférico en su dominio, una constante en este equipo, pero la moneda les salía cruz en todos sus disparos.

Llegaron los primeros momentos de desesperación para los pericos a falta de diez minutos para el descanso. Las piernas empezaban a pesar y ahora era la Real quién movía el balón de lado a lado ante un Espanyol que corría sin rumbo. Llegó el pitido del colegiado y los jugadores pusieron camino a los vestuarios tras unos 45 primeros minutos de partido con muy poco riesgo, ritmo e intensidad por parte de ambos conjuntos.

Véliz perdona la más clara

La reanudación nos dejó con una de las 'pifias' de la jornada. En un contrataque claro a favor del Espanyol, Puado robó la cartera a su par y le sirvió el pase a un Alejo Véliz que se tropezó en el remate y desaprovechó la más clara del encuentro. En el rebote, Jofre chutó pero un defensa de la Real Sociedad la despejó sobre la línea ante la desesperación de la afición perica. Los de Manolo González no paraban de desperdiciar ocasiones y el entrenador se desgañitaba en su área técnica.

Kubo decanta la balanza

Corría el minuto 79 cuando Kubo, que recién había ingresado al terreno de juego, sacó a pasear su magia y marcó un golazo por toda la escuadra tras dejar congelado a un defensa del Espanyol. Reivindicación del japonés, que lucía su dorsal ante un respetable que quedó completamente silenciado. Un intento de chilena de Puado fue la última bala en la recámara para el Espanyol antes del pitido final, al que ya se le encienden todas las alarmas. Es el único equipo que todavía no ha visto portería.