Cristóbal Parralo dimite al frente del área deportiva

Los malos resultados y las tensiones se cobran las primeras víctimas. Habrá cambio radical en la secretaría técnica

La marcha de Cristóbal Parralo se ha anticipado antes de lo previsto inicialmente. El máximo responsable del área deportiva ya había decidido hace tiempo no continuar en el club. Estaba dispuesto a permanecer hasta final de temporada y anunciar el fin de su etapa en Montjuïc sin generar revuelos y escándalos. Pero los acontecimientos se han precipitado de forma incontrolada. Mientras desde la entidad se filtraba que Cristóbal y Lotina ya trabajan en el proyecto deportivo de futuro -ambos finalizan contrato el 30 de junio-, lo cierto es que el ya ex director deportivo estaba al corriente de los sondeos que el Espanyol ha realizado en el mercado para buscarle un recambio de cara a la próxima temporada. La sentencia era evidente y sólo faltaba por escenificar la marcha.

Cristóbal ha dado el primer paso y ayer presentó la dimisión ante el consejero delegado, José Luis Morlanes. Y lo hizo destacando su carácter irrevocable y anunciando que cumplirá con sus obligaciones durante el presente fin de semana. Será a partir del lunes cuando abandonará las oficinas del Estadi Olímpic y se despedirá oficialmente el cargo de máximo responsable del área deportiva. Hasta entonces no está previsto que públicamente explique su renuncia y argumente el porqué de su acelerada marcha. Hay que tener en cuenta que el contrato firmado en su día abarcaba dos temporadas y expiraba a final de campaña, aunque siempre se ha reconocido que Cristóbal pactó de forma verbal una tercera temporada, algo que Morlanes ha dado por hecho en más de una ocasión.

La situación es insostenible en el área deportiva desde hace varios meses. Además de haber salido a la luz los conflictos internos entre los propios integrantes de la estructura, la irregularidad del primer equipo ha provocado fuertes tensiones con el Consejo que han acabado por minar la confianza mutua. Los malos resultados cosechados y el pobre rendimiento de algunos de los fichajes que han supuesto un fuerte desembolso económico han cuestionado la necesidad de dar un vuelco a la política deportiva.

En las últimas semanas la crisis de confianza se ha acentuado. Cristóbal está perfectamente al corriente de varios movimientos y contactos que la nueva cúpula de la entidad ha realizado con algún que otro entrenador y directores deportivos. Ha sido la gota que ha colmado el vaso y el factor determinante para anticiparse a lo que era evidente. Amante de la prudencia y discreción, Cristóbal ha optado por la renuncia. Ahora falta saber cómo responde el Consejo y cómo solventa el vacío de poder justo en el momento de empezar a tomar decisiones trascendentales para el futuro.

Toni Jiménez será el siguiente en irse

La marcha de Cristóbal Parralo, casi con toda seguridad, no será la única en el área deportiva. Está previsto que Toni Jiménez, su más fiel colaborador, le acompañe bien la próxima semana o, por el contrario, aparque su salida hasta final de temporada. Dos ausencias importantes que podrían completarse con una tercera salida: la de Albert Valentín. Su situación interna no está clara. Llegó como mano derecha de Cristóbal, aunque sus diferencias de criterio poco a poco le han relegado en sus responsabilidades. Tiene un año más de contrato.