OPINIÓN EXPRÉS

Nace un nuevo Luis Enrique

El cambio de Luis Suárez en el minuto 56 de partido por Paco Alcácer fue el gran acontecimiento del encuentro

Luis Enrique mostró su 'nueva cara' ante el Leganés

Luis Enrique mostró su 'nueva cara' ante el Leganés / sport

Ernest Folch

La  comodísima victoria en Leganés deja beneficios que van mucho más allá de los tres puntos. Vimos otro recital de Messi, que dio la razón al famoso cartel del Leganés en el que se anticipaba lo que hemos visto: “Lo que Dios quiera”. Vimos otra demostración del tridente, que sentencia partidos incluso cuando no se dominan, como el primer gol, una creación majestuosa en pleno dominio del Leganés. Y a pesar de los desajustes evidentes de Mascherano Rakitic, provocados por las ausencias de Sergi Roberto y Busquets, vimos un Barça muy superior, que es capaz de sobreponerse a sus propios errores.

Sin embargo, el gran acontecimiento del partido no fue ningún gol sino el cambio en el minuto 56 de partido, cuando entró Alcácer por Luis Suárez. La noticia es que es la primera sustitución de un miembro del tridente en mucho tiempo no provocado por ninguna lesión ni molestia sino por la necesidad de descansar. El rostro tranquilo y feliz de Suárez al abandonar el campo sugería esta vez que el cambio había sido hablado y pactado adecuadamente con anterioridad. El año pasado era inimaginable ver un cambio así, algo que terminó provocando el agarrotamiento general, que costó la Champions y casi cuesta la Liga.

El cambio de Suárez confirma que se ha hecho una meritoria autocrítica y que algo profundo se ha empezado a mover en el vestuario, principalmente porque los nuevos fichajes han subido la competencia y por lo tanto la capacidad de hacer cambios. El resultado es que Luis Enrique ha logrado ganar margen de maniobra, y ahora es capaz de gestionar las rotaciones con mucha más manga ancha que el año pasado.

Cualquier partido del Barça deja debates abiertos, y el de hoy deja muy mal parado a Aleix Vidal: el técnico asturiano ha evidenciado que prefiere cambiar el dibujo de todo el equipo, e incluso hipotecarlo con un planteamiento inédito, antes que hacer jugar al presunto suplente de Sergi Roberto.

Pero lo relevante ha sido que el equipo ha hecho hoy una gran inversión para el resto de la temporada: el cambio de hoy es un mensaje para el resto de la plantilla y un seguro para cuando llegue la parte comprometida de la temporada. El entrenador ahora interviene más y sobretodo cambia con más libertad, también a las vacas sagradas. Se acabó el once de gala, ahora cada alineación es una sorpresa. Nace un nuevo Luis Enrique