El Sevilla se hace el harakiri en Ipurua
Alba López
Hay días en los que es mejor no levantarse de la cama. A buen seguro, es un pensamiento que habrá pasado por la cabeza de Julen Lopetegui hoy después de ver cómo su equipo echaba por el retrete en Ipurua una renta de dos goles tras el descanso para acabar perdiendo 3-2 ante el Eibar en una noche para olvidar de los hispalenses que deja al equipo muy tocado y varios señalados en la parroquia andaluza escasos días después de la dolorosa derrota cosechada ante el Real Madrid. Ocampos y Munir adelantaron al Sevilla en el marcador en la primera parte. Orellana, Pedro León y Cote obraron el milagro armero. Es la primera victoria del Eibar esta temporada y también la primera derrota del Sevilla a domicilio.
LaLiga
EIB
SEV
Eibar |
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Dmitrovic; Arbilla, Oliveira, Ramis (De Blasis, 46'), José Ángel; Diop, Expósito; Pedro León (Sergio Álvarez, 88'), Orellana, Inui (Escalante, 32'); Quique González. |
Sevilla |
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Vaclik; Navas, Diego Carlos, Carriço (Koundé, 61'), Escudero; Fernando, Jordán (Gudelj, 68'), Banega; Ocampos, Óliver Torres (Pozo, 78'); Munir. |
Lopetegui introdujo tres cambios respecto al último encuentro liguero en el Pizjuán. Se cayeron del once De Jong, Franco Vázquez y Reguilón, y entraron el exazulgrana Munir, Óliver Torres y Escudero. A pesar de las permutas, el equipo funcionó como un reloj. Tanto es así, que a los diez minutos de juego ya marchaba por delante en el marcador. El armero Ramis cometió un error de bulto en el centro del campo y eso permitió a Jordán habilitar a Ocampos con un pase al espacio. En el mano a mano con Dmitrovic al argentino no le tembló el pie. Vio que el guardameta se abría de piernas tratando de achicar su portería y por ahí le coló el balón para poner tierra de por medio.
Por aquel entonces ya se estaba gustando Banega, que cuando le dejan jugar es una auténtica delicia verlo. Mendilibar optó porque nadie le marcara de cerca y ahí se le empezó a escapar el partido al Eibar. Sólo Inui, por la izquierda, inquietaba a los hispalenes, pero eran cosquillas para el equipo de Lopetegui.
Esa sensación de superioridad de los de Nervión no tardó en volver a traducirse en el marcador. Mediado el primer acto, Óliver Torres le comió la tostada a su par dentro del área y tirándose al suelo aprovechó el centro desde la derecha de Ocampos para volver a marcar.
Cambio de guión y locura
Tras el 0-2 rectificó Mendilibar su plan inicial con la intención de reforzar un centro del campo armero que estaba haciendo aguas por todos los lados. El futbolista sacrificado fue el nipón Inui, quien se vio obligado a ceder su lugar en el campo a Escalante a la media hora a pesar de que estaba siendo de lo mejorcito de los azulgrana.
La solución de emergencia dio mucho más empaque al Eibar tras el descanso. Orellana, al cuarto de hora de la reanudación, recortaba distancias tras un penalti cometido sobre él mismo por un bisoño Koundé y a partir de ahí se desató la tormenta.
En cinco minutos vertiginosos los eibarreses iban a conseguir voltear el marcador. Aprovechó Pedró León la falta de comunicación entre Vaclik y Diego Carlos para hacer el empate y poco después Cote culminó la remontada con un libre directo que sorprendió al carcerbero sevillista. Ver para creer. Puro fútbol.
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